La ermita se encuentra al sur de la población de Chillón en una de las estribaciones de Sierra Morena dominada hoy como la “Sierra de la Virgen”, a 732 metros de altitud sobre el nivel del mar. El edificio de la ermita se encuentra sobre la muralla de un antiguo castillo que los árabes construyeron como parte de una línea defensiva para los caminos que llevan desde Castilla a Córdoba. Otras fortalezas cercanas que compartían esta misión son el Castillo de Retamar en Almadén, el Castillo de Aznaharón también en Chillón, el Castillo de Capilla en la Puebla de Alcocer (Extremadura) y el Castillo de Santa Eufemia en Córdoba (Andalucía).
En el interior de la ermita se venera a la Virgen del Castillo, patrona de Chillón.
La ermita tiene un perímetro aproximado de 250 metros, constando de una sola nave. Adosadas al edificio religioso se encuentran la casa del santero y un comedor y cocina rústica. Completa el espacio una torre, usada como campanario, y que fue construida en siglos posteriores.
La situación estratégica del conjunto castillo-ermita la convierte en un mirador impresionante desde donde divisar las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Su origen hay que buscarlo en el contexto de la Reconquista Cristiana. La fortaleza, construida por los árabes, fue pasando de un bando a otro según las batallas se sucedieron a lo largo de los siglos.
Fue en 1155 cuando se produjo la toma del Castillo de Chillón a cargo del Rey Alfonso VII, iniciándose la repoblación de estas tierras. Según las crónicas, fue el propio rey el que trajo consigo la imagen de la Virgen del Castillo, a cuya advocación se erigió la ermita siendo venerada desde entonces.
Sin embargo, y con la derrota cristiana en la Batalla de Alarcos (1195), los almohades retomaron estos lugares y la leyenda nos cuenta que la imagen de la Virgen hubo de ser escondida en una cueva próxima al castillo. El dominio cristiano se consolidó con la derrota de los musulmanes en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) y la toma de Córdoba por el Rey Fernando III “el Santo” (1227) la comarca
Sobre la Virgen del Castillo, la leyenda popular transmitida en el pueblo de Chillón de generación en generación nos narra los siguientes acontecimientos:
“En un crepúsculo vespertino, apacible y luminoso, un pastor que por entre aquellos riscos apacentaba su ganado, creyendo se trataba de una cabra descarriada del rebaño, rápido, movió su honda y disparó certera pedrada al bulto que vislumbrara. El pobre pastor quedose desvaído y al reponerse de nuevo vio con asombro que lo que el creyera se una cabra no era tal sino una imagen de Nuestra Señora, quien, milagrosamente, permitió que desde entonces su nacarado rostro llevase impresa la huella amoratada del golpe.
Entre pena y dolor, tras recoger su ganado, dirigiéndose veloz a la villa a narrar lo ocurrido. El asombro se apoderó de todos. Incrédulos unos, gozosos otros, todos corrieron por la empinada cuesta hasta llegar al castillo y dirigiéndose a la cueva, pudieron comprobar que el pastor había sido veraz. Allí estaba la imagen de la Virgen, que en adelante había de ser la Divina Pastora de nuestras tierras.
Bajándola al pueblo, obsequiáronla, ofreciéndole su amor; pero...al día siguiente la imagen no estaba. Buscaron la temerosos hasta que al fin volvieron a encontrarla de nuevo en la misma cueva del castillo (así ocurrió varias veces). Por lo que todos los vecinos comprendieron el designio divino de que Nuestra Señora del Castillo quería reinar sobre aquellas tierras desde lo alto de la sierra, en el mismo lugar de su aparición. Por esto, nuestro antepasados construyeron dentro del murado reciento la ermita donde hasta hoy se venera".
La talla de la Virgen del Castillo es de estilo románico.
De 1576, con motivo de las respuestas a las Relaciones Topográficas, mandadas hacer por el Rey Felipe II, nos encontramos con la descripción de otro milagro asignado a la Virgen del Castillo. Ante la gran necesidad de agua que había en el lugar se acordó de ir en procesión “casi toda la gente de este pueblo una mañana en que iba mucho número de hombres y mujeres y niños y algunos hermanos de la Santa Vera Cruz”. Y estando celebrando misa empezó a llover “que toda la gente se mojó y venía muy a ligera porque los caminos venía hechos ríos“. Y todo el pueblo tuvo por cierto que “esta misericordia son por intercesión de la Santa Señora Madre” denominada Nuestra Señora del Castillo.
Hay algún apunte histórico que nos confirma que la ermita fue visitada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de Ávila.
Y así durante siglos, Nuestra Señora del Castillo, es venerada con gran fervor. La imagen se halla siempre en el castillo hasta que cada 12 de agosto es bajada a la localidad de Chillón donde permanece hasta el primer domingo del mes de octubre.
Gracias a la Hermandad de la Virgen, en 2005, se terminó de reconstruir la muralla y parte de su interior.
FUENTES:
https://www.ciudad-real.es/lugares/ermita_virgen_del_castillo_chillon.php
https://www.turismociudadreal.com/patrimonio-cultural/122/ermita-de-la-virgen-del-castillo
Fuente: entiempodelosdonceles.blogspot.com
