La Gerencia de Alcázar de San Juan lanza una campaña para alertar de los peligros del consumo de drogas durante el embarazo

Se trata de una iniciativa que ha puesto en marcha el Servicio de Trabajo Social, con la colaboración de Ginecología y matronas de esta área de salud. La campaña está dirigida a la población en general y a las mujeres embarazas o que se planteen estarlo en particular.

El Servicio de Trabajo Social de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha iniciado una campaña informativa, dirigida a la población en general y específicamente a las mujeres embarazas o que se planteen estarlo, para alertar de los peligros y consecuencias de tomar drogar durante la gestación.

Se trata de una iniciativa que cuenta con la colaboración del Servicio de Ginecología del Hospital Mancha Centro y las matronas de esta área de salud y que, según la subdirectora de Enfermería, Ana Belén Tejado, “pretende concienciar, desde el primer contacto de las mujeres gestantes con el sistema de salud (en Atención Primaria), sobre las consecuencias legales y para la salud del feto y así lograr reducir o eliminar el consumo de estas nocivas sustancias”.  

Y es que, según la nueva ley de Atención Temprana y Protección a la Infancia y Adolescencia de Castilla-La Mancha del 10 de marzo de 2023, se considera que existe una situación de desamparo cuando se producen perjuicios graves por maltrato prenatal como es el consumo de drogas, ya que éstas pueden provocar anomalías físicas, mentales o sensoriales al recién nacido, lo que podrá conllevar la asunción de tutela.

También se considera que existe situación de desamparo cuando se producen perjuicios graves al recién nacido causados por maltrato prenatal. Estas situaciones podrían conllevar la retirada de la custodia al recién nacido por parte de la administración.

Las mujeres gestantes o las que están buscando un embarazo no deben consumir alcohol, tabaco o sustancias como marihuana, heroína y cocaína, ya que hacerlo puede tener graves consecuencias para la salud de los hijos.

“El consumo de este tipo de sustancias, y otras muchas, son peligrosas en diferente grado porque pueden pasar de la sangre materna al bebé a través de la placenta, alcanzar niveles que permanecen altos y afectar a su desarrollo”, advierte Tejado, quien recuerda también que se trata de “un problema de salud que es evitable”, para lo cual señala como fundamental “el apoyo de su pareja y de la familia a través de un ambiente saludable”.