La ESI de Ciudad Real, en la carrera estratégica por el diseño de microchips
Dicen que lo global influye en lo local y buena muestra de ello fue la paralización de las fábricas de automóviles durante la pandemia del Covid por la falta de suministro de microchips. A esa hegemonía asiática se unen los problemas geopolíticos en Taiwán, sede de la principal empresa de semiconductores, y China.
La falta de un liderazgo tecnológico europeo o estadounidense ha derivado en España en un plan estratégico financiado con fondos Next Generation, encaminado a varios fines como atraer un fabricante de chips a nuestro país, a la realización de proyectos de desarrollo de chips en empresas y al diseño de cátedras chip en universidades. Este tercer pilar es el motivo de este reportaje, ya que la Universidad de Castilla-La Mancha ha recibido casi 1.200.000 euros para una cátedra de estas características, una de las mejores dotaciones presupuestarias dentro de las universidades mediano-pequeñas españolas.
Al frente de dicha cátedra chip está el catedrático de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real, Juan Carlos López, y su grupo de investigación Alarcos, en colaboración con investigadores de la Escuela de Informática de Albacete. La inversión, ya aprobada por el Ministerio para la Transformación Digital, se destinará a la puesta en marcha de un máster en diseño microelectrónico y arquitecturas de procesadores abiertas, "con el fin de mejorar la competitividad y no tener que depender de patentes americanas o chinas", ha explicado López. Tras el máster se llevarán a cabo unos cursos profesionalizantes, con expertos en fotónica o encapsulados que complementen el marco formativo de estos profesionales destinados a introducir la microelectrónica en las empresas.
Pero previamente, la ESI procederá a la contratación de cuatro doctorandos industriales durante cuatro años, que desarrollará su formación en la UCLM y en dos empresas en este caso: Tecnobit, del grupo Esia, dedicado a la defensa y el espacio, de Valdepeñas; y Cojali, de Campo de Criptana, del sector de automoción, que deberán aportar un 15% más a los fondos aprobados. En general, ha explicado el profesor, las empresas buscan la no dependencia de procesadores patentados por grandes fabricantes como Intel o AMD debido a su elevado coste, "de ahí que sean proclives a estas arquitecturas abiertas que les dé capacidad de integrar sus procesadores a esos sistemas".
Los campos de aplicación de estos microprocesadores abiertos son numerosos, para criptografía y seguridad en materia de defensa o del espacio; y en automoción, para garantizar la seguridad de un coche autónomo, que nadie pueda entrar en él; o en sistemas de frenado, inyección, etc. "las cuatro tesis doctorales deben orientarse a estas aplicaciones". El objetivo último, ha recordado el profesor de la ESI, es la creación de un ecosistema de empresas en el marco de la microelectrónica.
Todo un logro
Por su parte, el máster de diseño microelectrónico, que comenzará el próximo mes de septiembre, dará cabida a entre 20 y 30 alumnos por curso. Formará parte del catálogo de títulos de la UCLM durante los próximos 4 años, al que podrán concurrir todos los interesados de cualquier punto del país. El diseño microelectrónico es transversal, ha advertido, "se diseñan los chips para utilidades en distintos campos, telecomunicaciones, biomedicina, telefonía móvil... Una de las cosas que se hacen en la ESI es el tratamiento de imagen médica de espectro no visible, gracias al cual se pueden detectar tumores , "se recoge la información a través de una cámara que se procesa en un chip, con información mucho más rica que un diagnóstico".
La posibilidad de contar con 25 especialistas en diseño microelectrónico es, para Juan Carlos López, todo un logro. El poco conocimiento en general sobre estas áreas pese al protagonismo que tienen, hace que cualquier inversión en formación sea bienvenida. En la actualidad, ha recordado, se abren un montón de posibilidades en tecnología, ciberseguridad e inteligencia artificial que se pueden combinar con microelectrónica, "algunos trabajos de microelectrónica son implementación de algoritmos de IA para reconocimiento de imágenes, en vez de hacerlo en software, se diseña un chip que permite ese reconocimiento y se implementa en hardware, más eficiente, rápido y de menor consumo; con un coste mayor sí, pero si se produce en masa, abarataría los costes".
En el conjunto del país se pondrán en marcha 17 cátedras chip en colaboración con 80 empresas, que suponen una inversión de 54,5 millones de euros.