La Policía asegura que averiguó el paradero de la mujer asesinada y descuartizada siguiendo al acusado
Según las declaraciones de los efectivos policiales personados como testigos, el rastreo del itinerario del acusado comenzó a indagarse inmediatamente después de entrar en contacto con la Policía de Ciudad Real.
La advertencia de riesgo transmitida por la Policía de Ciudad Real, junto a la pruebas forenses halladas en la vivienda y las falsedades comprobadas en el testimonio del acusado ante los agentes policiales en Madrid el 27 de agosto, condujeron de forma inmediata a barajar la hipótesis del crimen como causa de la desaparición de la víctima.
Tras las indagaciones periciales en la vivienda alquilada, lugar en el que se produjo el presunto asesinato, la unidad policial requirió las grabaciones de cámaras de seguridad de la estación de ferrocarril, la Comisaría de Policía y la DGT. Gracias a estas grabaciones, mostradas durante la vista, pudieron registrar prácticamente al detalle los pasos de acusado.
Así, según se puede apreciar en los registros audiovisuales, C.A.B.C. habría abandonado el domicilio sobre las 16.00 horas de la tarde del 20 de agosto, dirigiéndose al lugar donde se encontraron los restos, en lo que la Policía interpreta como una inspección previa del lugar.
Posteriormente, regresó a su casa, donde permaneció durante varias horas, hasta que, en torno a las 21.00 horas, volvió a la ubicación, habiéndose cambiado de vestimenta y, esta vez, portando el carrito en el que, presuntamente, transportaba los restos de la víctima.
En un relato coincidente con el ofrecido por los agentes de Policía de Ciudad Real que testificaron el pasado jueves, los miembros de la UDEF de Santander han expuesto que el acusado realizó dos viajes con el carrito, para posteriormente dirigirse al centro de la ciudad.
Gracias a esta indagación, los agentes pudieron encontrar finalmente los restos el 17 de septiembre.
Los registros de las cámaras de seguridad también permitieron averiguar sus pasos en días posteriores. Así, la Policía pudo averiguar que el acusado abandonó Santander al día siguiente, el 21 de agosto, tomando un tren a Burgos. Regresaría a la ciudad cántabra nuevamente el 23 de agosto, volviendo a visitar el lugar donde habría depositado los restos de N.P.R.G.
CARGOS DE ASESINATO, ABORTO Y PROFANACIÓN
Según la acusación del Ministerio Fiscal, el 20 de agosto de 2020, C.A.B.C. asesinó mediante estrangulamiento a su pareja, N.P.R.G., embarazada en ese momento de 16 semanas, para posteriormente descuartizarla y deshacerse de sus restos en un parque de Santander.
Tanto el Ministerio Fiscal como las acusaciones particular --constituida por familiares de la víctima-- y popular --en representación de la Junta-- solicitan las penas máximas de 25 años por asesinato con alevosía, 8 años por aborto y 5 meses por profanación del cadáver. Una pena total de 33 años y 5 meses.
Las vistas del juicio, que comenzaron el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, localidad de residencia del acusado y la víctima, se extenderán hasta el próximo 21 de noviembre. A partir de ese momento, un jurado popular compuesto por 9 personas deberá emitir un veredicto.