Quintanilla pide se tenga en cuenta la situación sociodemográfica de lo rural en la regulación laboral
La ciudadrealeña Carmen Quintanilla ha participado en el Seminario Internacional “El Diálogo Social Europeo: una apuesta común. Avances y retrocesos en las regulaciones del diálogo social y la legislación sindical” organizado por EZA y USO en Mallorca donde representantes de organizaciones han abordado las distintas realidades que se dan en Europa.
La presidenta nacional de AFAMMER intervino en el panel ¿Hacia una regulación laboral Común Europea? junto a Carmen Alejandra Ortiz, Secretaria de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible de USO; Davide Dorino, Departamento Internacional UIL - Italia que ha sido moderada por Laura Adam, técnica del Área de Internacional de USO.
El camino hacia una regulación laboral común e igualitaria
Quintanilla aportó su experiencia como presidenta nacional de una organización con presencia en diferentes organismos europeos e internacionales como el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, y también desde su experiencia como miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa del Consejo de Europa durante los años (2008-2018), de la que actualmente es Parlamentaria Honoraria.
Durante su intervención aportó datos y conclusiones de algunos de los informes que realizó a nivel europeo en la Asamblea parlamentaria, relacionados con la conciliación o el papel de la mujer en el medio rural entre otros. Así mismo, hizo referencia a las últimas regulaciones en materia laboral y social decretadas por la Unión Europea.
“Si queremos que nuestros mercados de trabajo funcionen bien y sean justos debemos contar con legislaciones a nivel laboral que cumplan con los 20 principios recogidos en el pilar europeo de derechos sociales que busca la igualdad de oportunidades y de acceso al mercado de trabajo; condiciones de trabajo justas y la protección e inclusión social”, ha afirmado.
Ha destacado que no habrá igualdad de oportunidades y de acceso al mercado de trabajo mientras no se combata la brecha de infraestructuras y servicios en el medio rural; la brecha salarial o la falta de conciliación “que es aún mayor para las mujeres del medio rural”.
“Las mujeres rurales en España dedican de media 2 horas y 7 minutos más que los hombres a las tareas del hogar y la familia mientras que en el caso de las urbanas la diferencia es de una hora y 57 minutos”, una situación que según Quintanilla dificulta que a pesar de que las mujeres rurales hoy están mejor formadas que los hombres, sean expulsadas del mercado laboral y sufran en mayor medida el desempleo.
“España es el segundo país de Europa con la mayor tasa de paro femenino rural con 2,7 pp frente a los 1.1 p.p de tasa de paro que tienen las zonas rurales de Europa”, y destaca el alto coste que tiene la falta de conciliación en el medio rural: un coste de 38.500 millones de euros para la economía española, lo que equivale al 3,1% del PIB de 2019.
También ha instado a un claro compromiso de las administraciones púbicas para que den cumplimiento a la Estrategia Europea de Cuidados para aumentar el acceso a los servicios asistenciales de calidad con las mejores con mejores condiciones de trabajo y conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los cuidadores
Aplicación de la regulación laboral Común Europea en materia de Titularidad Compartida
Para Quintanilla la igualdad laboral en el campo sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes tanto en España como en Europa a pesar de que según indica, en los años 80 Europa ya se contaba con legislación a este respecto como la Directiva del Consejo de Europa decretada en 1986, relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres a los régimenes profesionales de la seguridad social.
“Tenemos una regulación laboral común europea en material de titularidad compartida que debe aplicarse en todos los países comunitarios como ya se hizo en España desde el año 2011 con la Ley 35/11 sobre titularidad compartida en las explotaciones agrarias, pues uno de los grandes retos de España y de Europa es asegurar el relevo generacional en las explotaciones agrarias y asegurar su futuro depende de que esta igualdad sea una realidad”, destaca.