El centro de atención a víctimas de violencia sexual abrirá antes de que finalice 2024

Imagen de archivo de una visita de las autoridades a las obras del centro
El Gobierno de Castilla-La Mancha está finalizando las obras de construcción de sus futuros centros de atención a mujeres víctimas de la violencia sexual, también el de Ciudad Real en el antiguo palacete de la Cruz Roja, bajo la previsión de que todos ellos abran sus puertas antes de que finalice el año, con toda una red regional ya en funcionamiento a la que se incorporarán 36 profesionales.
 
Así lo ha confirmado desde la Feria de Albacete la consejera de Igualdad, Sara Simón, que ha reiterado el compromiso del Gobierno regional en la prevención y lucha contra cualquier tipo de agresión sexual, especialmente en espacios de ocio.
 
“Estamos ya prácticamente acabando las obras tanto de Cuenca como de Ciudad Real; en Toledo estamos pendientes de la recepción final y en Guadalajara tenemos ya el centro equipado con el mobiliario instalado esperando a que se conceda la correspondiente licencia de apertura”, ha explicado.
 
En esta situación, la consejera ha asegurado que Castilla-La Mancha “está en plazo” y que antes de que finalice el año abrirá sus cinco centros de atención a víctimas de la violencia sexual. Por ello, en relación al requerimiento público del Ministerio de Igualdad al conjunto de autonomías, Simón se ha mostrado satisfecha al decir, “con orgullo”, que Castilla-La Mancha es una comunidad que está cumpliendo”.
 
La consejera ha informado también de que en este momento la Consejería está resolviendo el contrato del personal de toda esta red de centros, a la que se incorporarán 36 profesionales, dentro de un contrato valorado en los 2,1 millones de euros anuales.
 
De esta manera, tras una inversión inicial de 9,5 millones, sujeta a financiación europea canalizada por el Gobierno de España, la región contará con cinco centros en los que se ofrecerá asistencia psicológica, jurídica, una solución habitacional temporal y urgente y desde los que se realizarán labores de intervención social.
 
“Queremos que no solamente sean espacios donde vengan las mujeres que han sufrido una agresión sexual sino centros desde los que se trabaje también la intervención social” para “poder trabajar especialmente con las personas más jóvenes o con los centros educativos”, ha remarcado la consejera.