El compromiso de toda la UCLM deriva en un ahorro energético de más del 20%
Pese a todo, la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad, Inmaculada Gallego, teme que el ahorro no llegue a compensar los disparados precios de la factura energética ahora que viene el invierno, según ha asegurado en declaraciones a ayeryhoynews
La vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad de la Universidad de Castilla-La Mancha, Inmaculada Gallego Giner, subraya el compromiso de toda la comunidad universitaria en acatar las medidas de ahorro energético del Gobierno que la UCLM puso en marcha el 21 de marzo, “fuimos de las primeras universidades españolas en aplicarlas”, lo que ha conseguido un ahorro del 21 % en la institución académica desde esa fecha y hasta comienzos de septiembre.
El consumo energético de esta macroentidad se sitúa en los 21 ó 22 millones de kw/h al año, principalmente electricidad y en menor medida gas, en unas instalaciones que abarcan una superficie de 500.000 metros cuadrados distribuidos en 125 edificios, “puede que la Junta de Comunidades y alguna gran empresa privada nos supere, pero climatizar y calefactar todas las instalaciones supone un consumo enorme, de ahí el esfuerzo de todos, profesores, alumnos, PAS, personal investigador…, en respetar y hacer que se respeten las restricciones”. Restricciones que, como asegura la vicerrectora, se mantendrán a lo largo del presente curso universitario en todos los campus de la UCLM.
Pese a la importante reducción de consumo energético, que varía en función de la subida que se produzca como el pico de agosto donde se alcanzaron los 400 euros megawatios/hora, Gallego teme que el ahorro no llegue a compensar los desorbitados precios de la energía, máxime ahora con la llegada del invierno, a lo que se une la incertidumbre existente, la guerra…, “veremos cómo evoluciona todo pero el asunto es muy grave, los rectores de las universidades a través de la CRUE han indicado que iban a pedir ayuda a la Administración y con toda la razón, porque los precios están disparados”. Desconoce a este respecto qué decisión se tomaría ante una subida importante de la energía que obligara a acciones más drásticas de tener que dejar sin climatizar aulas o servicios, “algo tendríamos que hacer, en todo caso sería una postura colegiada, del equipo de Gobierno de la Universidad”, apostilla.
La también profesora de la Escuela de Caminos de Ciudad Real asegura que el campus de Ciudad Real está consiguiendo buenas cifras de ahorro al igual que el resto, “la gente se está comportando estoicamente”. Con las olas de calor se ha percibido el estrés al que se han visto sometidos los equipos energéticos sin conseguir una temperatura de confort ideal, “si el equipo es nuevo sí, pero si tienen 18 o 19 años la eficiencia baja, consumen mucho y no climatizan lo suficiente”. Con todo ello, añade, la UCLM está detectando y analizando los fallos “estamos aprendiendo a ser más eficientes, como la ciudadanía en general, viendo las características de cada edificio, la envolvente térmica, los equipos de climatización si están obsoletos, sectorizados o no…”. Las renovables como la fotovoltaica y la térmica son también una gran oportunidad para la UCLM, que espera la resolución de varios proyectos presentados a convocatorias europeas a través de la Junta de Comunidades.
Menor consumo salvo en instalaciones investigadoras o centros de procesadores de datos
Las acciones de ahorro han ido encaminadas a cuatro ámbitos: las propias instalaciones de climatización, la red eléctrica de edificios y exteriores, la concienciación de la comunidad universitaria y la gestión de espacios y personal. En el primer caso, se ha reducido el horario de funcionamiento y se han adaptado los equipos a la horquilla de 19 a 27 grados de temperatura; en el segundo punto, la iluminación de zonas comunes y exteriores se ha reducido a un tercio de lo establecido anteriormente; en el tercero se han intentado anular todos los sistemas de climatización individuales, apagando luces, ordenadores y climatizadores cuando concluye la actividad y, en el último, se ha hecho una gestión eficiente de los espacios -es decir no utilizar un salón de grados para un acto pequeño- y cierre de los servicios administrativos por la tarde, no así de los docentes.
Las medidas de ahorro se aplican en todas las instalaciones salvo en los centros de investigación, “ahí debemos mantener una climatización constante las 24 horas los 365 días del año, consume muchísimo pero es inevitable, como el campus biosanitario de Albacete, el animalario o los centros de procesadores de datos”. Del mismo modo, se ha decidido que la Biblioteca General de cada campus no se vea afectada por estas restricciones, al menos en los periodos de exámenes, para que los alumnos puedan estudiar con cierto grado de confort.
En opinión de la vicerrectora, la factura energética y cómo pagarla preocupa y mucho a la universidad, pues desde el primer momento se tomó muy en serio el cumplimiento de las medidas, un cumplimiento minucioso y con detenimiento, vigilando cada semana y edificio por edificio para evitar picos, admite.