En marcha la nueva campaña de excavación en la Motilla del Azuer
Ya está en marcha la nueva campaña de excavación en la Motilla del Azuer. Una docena de estudiantes de Arqueología e Historia participan desde hoy martes en las exploraciones que se centran en dos zonas de hábitat que ofrecen un terreno propicio para la posible aparición de enterramientos y objetos vinculados a la vida diaria de sus habitantes.
En la visita a la excavación, el alcalde, Leopoldo Sierra, acompañado de la concejala de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, destacó este martes que esta tercera excavación en el yacimiento se completa gracias al esfuerzo conjunto del Ayuntamiento de Daimiel, la Junta de Comunidades y la Universidad de Castilla-La Mancha. Resaltó la importancia del voluntariado y su entusiasmo en revivir la historia a través de su trabajo en el enclave arqueológico, enfatizando la relevancia de continuar con este tipo de acciones y mejorar el aprendizaje histórico.
El alcalde compartió que han sido más de 50.000 los visitantes que han pasado por este punto desde su puesta en valor, algo que, a su juicio, no solo beneficia a la fortificación de la Edad del Bronce en sí, sino también a la ciudad de Daimiel en su conjunto. Por ello, según Sierra, el paquete turístico que integra la propia Motilla y el Parque Nacional Tablas de Daimiel, hacen de la ciudad un referente del turismo de interior.
El equipo técnico está formado por el arqueólogo del yacimiento y codirector Miguel Torres, el también codirector y coordinador del grado de Historia de la UCLM David Rodríguez, la topógrafa Mónica Felipe e Isabel Angulo, restauradora del proyecto.
Como relató Torres, en una de estas zonas, ya intervenida el pasado año, se profundizará sobre “los cimientos de una casa de los pobladores prehistóricos”. La nueva zona es un área de aproximadamente seis metros cuadrados, “donde el georradar nos dijo que podría ser interesante”, y donde, en las prospecciones de esta misma mañana ya están apareciendo restos cerámicos.
Por su parte, David Rodríguez resaltó el entusiasmo de los estudiantes en el proyecto y la “exitosa colaboración” tripartita entre las administraciones e instituciones involucradas. Para Rodríguez, esta sinergia demuestra “la eficacia y los beneficios de este modelo”, generando resultados de investigación “valiosos” y proporcionando una formación de calidad.
Este año, además de los alumnos de la Universidad Castilla-La Mancha, se suman estudiantes de otras universidades, entre ellos dos portugueses de la Universidad de Lisboa, que buscan ampliar su experiencia en la Edad del Bronce.
Estudiantes
Uno de esos universitarios, el portugués Tomás Bioucas, señaló que esta representa su primera incursión arqueológica fuera de su país y, dado que en Portugal no se encuentran motillas, considera esta oportunidad como un punto de partida. Su curiosidad por este tipo de yacimientos lo impulsó a aprovechar la ocasión para explorar una perspectiva nueva en un contexto diferente.
Otro de los que repiten es Pablo Vela, de Alcázar de San Juan. Vela compartió su interés en contribuir al patrimonio local y provincial y resaltó la evolución positiva de las excavaciones en la Motilla del Azuer, enfocándose en la importancia de mantener y preservar los hallazgos para el beneficio turístico y cultural de la provincia.
Alba Mendoza, residente en Málaga, pero originaria de la Isla de Gran Canaria, se enteró de la campaña a través de las redes sociales. Tras ponerse en contacto, tuvo la fortuna de unirse al equipo, como señaló, “ya que existe una lista de espera para participar”, gracias a una vacante que se presentó y a la aceptación de su currículum. Mendoza destacó que este proyecto no solo beneficia a los estudiantes, sino que también representa una valiosa oportunidad para crecer profesionalmente al aprender de expertos en el campo.
Campaña y expectativas
Durante las dos semanas que se prolonga la campaña se desarrollará una agenda de excavaciones favorecida por el tiempo propio del verano, con la salvedad de las temperaturas, que son combatidas evitando las horas puntas, y con una carpa de sombraje pequeña para su montaje en caso de un hallazgo concreto, ya que “el viento ha demostrado que una carpa grande resulta problemática para mantenerlas en pie”, como reseñó el arqueólogo.
En cuanto a las expectativas, Torres afirmó con la prudencia característica de cada comienzo de proyecto, que se encuentran "ilusionados". Comienza así una nueva actuación que intentará sacar a luz nuevas claves que permitan reconstruir el hábitat de los pobladores que vivían alrededor de la motilla. Casas en las que además enterraban a sus muertos, con lo que no se descarta alguna exhumación, como ya ocurrió en la campaña anterior. Un paso más que sirve para ahondar y comprender mejor el pasado de este fascinante asentamiento prehistórico de Daimiel.