Asaja pide a los agricultores extremar la precaución en las labores agrícolas ante la nueva ola de calor
La organización agraria ha hecho esta petición ante el importante aumento de las temperaturas máximas que van a registrarse en Castilla-La Mancha, y que se prevé dure alrededor de diez días, y que, según Asaja, está elevando el estrés hídrico de la vegetación y, por tanto, aumentando el riesgo de incendios forestales.
La organización agraria ha recordado las recomendaciones de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad del Gobierno regional, de suspensión de la recolección mecánica de cereal, sobre todo, en las horas más calurosas del día, además de aconsejar evitar el uso de motores, herramientas como sopletes, soldadores o radiales, vehículos y equipos cuyo funcionamiento pueda generar deflagración, chispas o descargas eléctricas y, muy especialmente, el uso de maquinaria agrícola en estos próximos diez días, considerando el elevado riesgo de incendios en el medio natural.
Igualmente, ha insistido en que no deben usarse barbacoas, ahumadores en la actividad apícola, arrojar basuras fuera de los contenedores habilitados o tirar colillas, entre otras medidas.
Asaja de Castilla-La Mancha ha recordado que los agricultores son los primeros interesados en realizar las labores agrícolas adoptando todas las medidas de precaución posibles, siempre teniendo en cuenta que la cosecha se realiza en la época de verano con temperaturas altas.
Además, ha señalado que, cuando se produce cualquier incendio, los agricultores de los núcleos cercanos a la zona afectada, son los primeros en acudir con su maquinaria para realizar cortafuegos e impedir que el fuego se extienda.
La organización agraria ha insistido en que, ante cualquier avistamiento de humo o llama, se informe a los servicios de emergencias a través del teléfono único de emergencias 112 para, de esta manera, cooperar en la puesta en marcha del operativo de la forma más rápida posible desde la detección del fuego.
Por último, Asaja Castilla-La Mancha ha recordado a las administraciones públicas la importancia de las actuaciones de invierno que funcionan como cortafuegos naturales, tales como limpieza de ríos, arroyos, cunetas o carreteras, ya que, además de evitar los incendios estivales, minimiza sus consecuencias para poder actuar de manera más efectiva.