El Festival de Almagro emociona a más de 65.000 asistentes y supera el medio millón de recaudación
El 47º Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro llegó a su fin este pasado domingo con la satisfacción de las expectativas colmadas. Más de 65.000 personas han asistido entre el 4 y el 28 de julio a los 52 espectáculos que se han presentado en esta edición, que han sumado 104 funciones con una ocupación media del 80%; y a las 49 actividades que han celebrado 119 sesiones, con un lleno absoluto en todas las que requerían inscripción previa. Con más de 37.000 asistentes a los espectáculos, la recaudación de #Almagro47 ronda los 540.000 euros, un 9,5% más que el año anterior. Pero para un festival de artes escénicas, el éxito principal está en su poso artístico y en su impacto en la sociedad: 51 compañías de todo el mundo — 42 españolas— han aportado su mejor hacer al proyecto de renovación de la tradición escénica impulsado desde la dirección del certamen, encabezada por Irene Pardo. La programación multidisciplinar ha incluido teatro (35 espectáculos), música (10), danza (1), circo (2), cine (3) y radio (1). “Las artes escénicas han encontrado aquí un espacio de convergencia donde cada expresión artística ha tenido su lugar, enriqueciendo la experiencia de todos los asistentes”, ha afirmado Pardo en una rueda de prensa celebrada esta mañana en el Parador de Almagro.
Más de 600 profesionales han recalado en Almagro durante 25 días para mostrar cómo tienden sus puentes hacia el Siglo de Oro, con obras que han cubierto una amplia gama de géneros y estilos, desde propuestas más clásicas hasta otras más contemporáneas que dialogan con los textos áureos. Mención especial merece el compromiso del Festival con las mujeres creadoras, tanto en la recuperación de autoras como Ana Caro de Mallén (‘El conde Partinuplés’, dirigido por Juana Escabias y Macarena Baeza) o María de Zayas (‘La traición en la amistad’, Elena Cánovas) como en la selección de trabajos de dramaturgas y directoras: Marta Poveda (‘La francesa Laura’), Paula Rodríguez (‘Éxtasis místico’), Ana Zamora (‘El castillo de Lindabridis’) o Laila Ripoll (‘Una humilde propuesta’), que ha recibido el Homenaje de esta edición además de ser la comisaria de la principal exposición del Festival —la primera mujer en este puesto— que ha acogido a 7.500 visitantes desde su inauguración pero que se podrá disfrutar en la Iglesia de San Agustín hasta el 29 de septiembre: ‘Calderón, un escenario imaginado. Cuatro siglos de plástica teatral’ es una muestra organizada por el Museo Nacional del Teatro, “un pilar fundamental en la preservación y difusión del legado teatral español”, reivindica Pardo.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico ha confirmado y reforzado su implicación con el Festival: ha celebrado el estreno absoluto de ‘El gran teatro del mundo’ de Calderón de la Barca, dirigido por Lluís Homar, y el último trabajo de la Joven Compañía Nacional, ‘El monstruo de los jardines’, dirigido por Iñaki Rikarte, pero también ha desbordado los límites del Teatro Adolfo Marsillach con ‘El castillo de Lindabridis’ de Nao d’Amores y cantando ‘Canciones de amor, de desamor y de piratas’ que, con un reparto de campanillas, ha sido la última en bajar el telón de este #Almagro47. La CNTC ha participado también activamente en los certámenes Almagro Off y Barroco Infantil, la actividad ‘Acaricia un verso’ y ha proyectado su película documental ‘Mirar al cielo’. El público se ha entregado a varios trabajos en solitario: Rafael Álvarez, ‘El Brujo’, flamante Premio Corral de Comedias de este año, ha colgado el cartel de “Localidades agotadas” en las dos funciones de su nuevo espectáculo ‘Mi vida en el arte’; Pedro Casablanc ha hecho vibrar las cuerdas de ‘Amor y muerte’ que conectan la poesía de Quevedo con la de Bécquer hasta casi hacerlos cantar; Celia Freijeiro ha encarnado el grito secular y angustiosamente vigente de la ‘Marcela’ de Cervantes; Mariano Llorente nos ha convencido por el estómago y la conciencia de ‘Una humilde propuesta’ para hacer de este mundo un lugar mejor; y Pepe Viyuela ha rescatado al escritor Gregorio González con la adaptación al teatro de su única novela conservada, ‘Guitón Onofre’.
Recuperación de autores
No ha sido el único autor al que se ha recuperado del olvido en esta edición. Así, más de un millar de personas han descubierto al canario Bartolomé Cairasco de Figueroa a través de la representación de su ‘Comedia del recibimiento’ revisada por Inma Chacón y la exposición sobre su figura comisariada por Rafael Rodríguez (con la colaboración de Gobierno de Canarias, Cabildo de Gran Canaria y Ayuntamiento de Las Palmas); y Natalia Llorente ha rescatado a Cristóbal de Virués mediante su ‘Atila furioso’, lo que le ha valido el premio del certamen Almagro Off. En esta exhibición de trabajos noveles también han participado ‘Las alcaldas’ (versión y dirección de María Gómez-Comino), ‘Lázaro’ (Roberto Hoyos) y ‘OLM3DØ300’ (Itxaso Larrinaga). Pero el compromiso del Festival con la creación emergente se expande con el ‘Espíritu Jedler’ que impregna los espectáculos que ha albergado ese espacio: entre otros, Paula Rodríguez y Arthur Astier han comulgado con el ‘Éxtasis místico’ de las autoras del Siglo de Oro; o Migue López, que ha entregado su cuerpo y su alma hasta encontrar ‘Tu hermosura’ en la mística de San Juan de la Cruz. Sin olvidar la Plataforma Corral, que ha refrescado las mañanas del Corral de Comedias con ‘El arte de ser comediante’. Esta brillante experiencia metateatral urdida por Laura Garmo y Nacho León ha alcanzado el 100% de ocupación en la mayoría de sus pases. Y la siembra continúa: este pasado curso se ha organizado la primera edición del programa de mediación cultural y educativa ‘Conectados al Siglo de Oro’ enfocado a los alumnos de instituto.
El IES Clavero Fernández de Córdoba, en Almagro, ya ha visto cómo el número de matrículas en la materia de Artes Escénicas se ha duplicado para el próximo curso. Pero si hablamos del trabajo artístico con las vecinas de la localidad, es imprescindible rememorar ‘El picao’: cuatro meses de trabajo de mediación con las encajeras de la localidad liderado por Irati Morán, Salma El Amrani y Marina Paredes que culminó con uno de los momentos más emotivos en una comunión entre el Festival y el pueblo de Almagro en su Plaza Mayor. En total, los siete espectáculos de calle celebrados allí han superado los 9.000 espectadores en sus 11 funciones, asegurando que este espacio siga siendo el centro neurálgico del Festival. El día de la inauguración, 5.000 personas desbordaron la plaza para acompañar a los 40 voluntarios y voluntarias que se prestaron a manejar las marionetas gigantes de ‘Lumen’. Y en el fin de semana de clausura, más de 1.200 asistentes se dejaron sorprender por la danza tradicional coreana del siglo XVI teatralizada en ‘Talchum-nori’ (gracias al apoyo del Centro Cultural Coreano).
En una edición en la que se han visto coproducciones con Chile y Colombia (‘El conde Partinuplés’ y ‘Los bandos de Verona’), la mirada internacional al teatro barroco ha causado un hondo impacto con la revolución del gesto y el humor que ha vuelto a proponer la portuguesa Chapitô, esta vez revisando ‘Julio César’; la japonesa Ksec Act, que incendió el Teatro Municipal con su colosal ‘El burlador de Sevilla y convidado de piedra’; el exultante acercamiento al verso de la Sala Verdi de Montevideo en ‘La venganza de Tamar’; o la trepidante adaptación del cuento shakespeariano ‘Sueño’, de la Compañía Criolla de Buenos Aires, que resultó ganadora del certamen Barroco Infantil. Esta sección dedicada al teatro familiar ha logrado una ocupación cercana al 90%, con una programación que han completado los espectáculos ‘Caballero soy’ (de los castellano-manchegos Abril Producción y La Máquina Real), ‘Molto Barroco’ (Píscore, de Galicia) y ‘Barrocomatik’ (de la catalana Kune Teatre).
En su compromiso por facilitar el acceso a todas las personas, el Festival ha dado un paso significativo en inclusión y accesibilidad con la visita de la compañía mallorquina de teatro Sa Boira de la ONCE, el homenaje musical al compositor ciego Rafael Rodríguez Albert, y la inolvidable ‘Acaricia un verso’, una experiencia artística, sensitiva e inmersiva que ha querido sobre todo aportar información sobre la discapacidad visual desde lo experiencial. Imbricación con el territorio Otro de los objetivos cumplidos de esta edición ha sido el desarrollo de un modelo profundamente comunitario en el que Almagro, el Campo de Calatrava y sus habitantes han formado parte esencial del evento.
Ya en primavera, antes del arranque de esta edición, Irene Pardo realizó una gira por ocho pueblos de la comarca en la que se encontró con los vecinos de 13 localidades para darles a conocer de primera mano la programación de este año. “La colaboración con entidades locales ha sido crucial para el éxito del festival”, afirma Pardo. “Queremos destacar la implicación de la ciudadanía, del tejido asociativo y empresarial, de instituciones como la Diputación de Ciudad Real y el Ayuntamiento de Almagro y de colaboradores como la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, el Ateneo de Almagro, ANCA, Amiarte, el Parador de Turismo de Almagro, la Asociación de Turismo de Almagro y la Universidad Popular: estas asociaciones y organizaciones han sido fundamentales para arraigar el festival en la comunidad y asegurar su sostenibilidad y crecimiento”.
Con ellas se han desarrollado 15 actividades bajo el paraguas Almagro 360º, que han sumado un total de 41 citas vinculadas a la gastronomía, la arquitectura y la naturaleza. Por primera vez, se han organizado rutas fuera de Almagro para conocer almazaras y bodegas, promoviendo el territorio que habita el Festival. La implicación del comercio y de los hosteleros ha sido sobresaliente: la aplicación ‘Sal de ronda’ con los establecimientos adheridos ha superado las 160.000 visitas y decenas de hosteleros han lucido en sus camisetas la imagen del Festival. Una veintena de comercios han decorado sus escaparates con la gola cervantina y los artesanos de la feria han visto incrementarse sus ventas en un 25%.
Y el talento manchego ha ocupado también un lugar propio en el programa del Festival con la participación de la Orquesta Filarmónica de Castilla-La Mancha, la CLM Sinfónica, la Banda Municipal de Almagro, Umbra Teatro, Il Parnaso Musicale, Teatro Cachivaches, Ambulantes Teatro, Euroscena y las ya mencionadas Abril Producción y La Máquina Real. La vinculación con la Universidad de Castilla-La Mancha ha sido otro pilar fundamental a través de seis proyectos clave: las Jornadas de Teatro Clásico, las Jornadas de Teatro y Educación, las Jornadas de Turismo Inteligente, el proyecto ‘Conectados al Siglo de Oro’, el estudio de impacto económico y social, y el Centro de Recursos Online de la web del Festival. Estos proyectos, junto a los Encuentros sobre ilusionismo y teatro (en colaboración con el CDAEM) y la segunda edición de La Casa del Verso con la Academia de las Artes Escénicas de España, han fortalecido la dimensión académica y formativa del certamen, contribuyendo a su proyección y sostenibilidad a largo plazo.
Compañeros de viaje
El festival ha contado con la colaboración de numerosas entidades nacionales: en la difusión en el exterior, con AC/E; en la programación internacional, con AECID; en el impulso por la igualdad de género, con el Instituto de las Mujeres; en el uso del teatro como herramienta de transformación social, con Instituciones Penitenciarias; y en la difusión del festival y el teatro clásico en los medios, con el convenio con RTVE, CMM, El Cultural, MASESCENA y Onda Cero Ciudad Real.
Además, el patrocinio de empresas como Globalcaja, Iberdrola, ADIF, RENFE y UNIVERSAE ha sido esencial para la realización de esta edición. Junto al Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid se han celebrado las cuatro décadas de vida del Teatro Corsario con la exposición ‘Teatro Corsario. 40 años’ en el Espacio de Arte Contemporáneo. Finalmente, de la mano de UGT-Servicios Públicos, se ha entregado el Premio Lorenzo Luzuriaga 2024 a la mítica actriz Lola Herrera, que por fin pisó las tablas del también mítico Corral de Comedias.