El informe técnico de ruina y el derrumbe de un muro urge a asumir medidas en la Casa Godoy de Almodóvar

El informe del arquitecto del Ayuntamiento de Almodóvar del Campo, tras un exhaustivo análisis de las condiciones arquitectónicas y de estructura que presenta la finca sita en el número 13 de la calle Ramón y Cajal y zona trasera a Orden de Calatrava, constató su estado de ruina inminente y el riesgo de afectar a otras propiedades y en la vía pública.

De hecho, un vecino que ya acusaba humedades había sufrido parte del desprendimiento de un muro colindante interior, con el suficiente riesgo como para afectar seriamente no solo la integridad material de esta otra casa, sino también la de sus moradores tal y como así se dirigieron a los servicios municipales para que se tomasen cartas en el asunto.

Esta propiedad de 1.200 metros cuadrados, de la que es titular el Gobierno regional y se atribuye en origen como posesión de la familia de Manuel Godoy, consta en la Dirección General del Catastro como de ‘nueva construcción’ en el año 1945, por lo que la fisionomía de su fachada no se correspondería a la primigenia del siglo XVIII.

Algo que constataría el hecho de que dicho inmueble no queda recogido al amparo del Inventario de Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico Artístico, tal y como informaba al Ayuntamiento la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el pasado 20 de febrero tras una consulta cursada en este sentido.

Se da la circunstancia de que, en dicho documento, fechado en 1979 por el Ministerio de Cultura, sí que aparece otra finca urbana de esa misma calle, la colindante en el número 15, de titularidad exclusivamente privada, según el mismo informe remitido por la Sección de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, pero no así la propiedad declarada en ruina.

José Lozano, alcalde de la localidad, traslada un mensaje de “responsabilidad” ante el “estado de ruina de un inmueble que antes o después, podría provocar daños personales que nadie queremos y menos yo”, y niega las “especulaciones surgidas estos días en torno a la habilitación de un espacio de aparcamiento que jamás hemos contemplado”.

El primer edil lamenta que en estos años la Administración regional “nunca nos haya dado traspaso de la titularidad plena para poder ejecutar algunos de los planes que teníamos y la mera cesión que se atribuyó a este Ayuntamiento en 2004, no nos da posibilidad de actuar en el beneficio cultural que habíamos pretendido para este lugar”.

Desdice además a quienes “aseguran gratuitamente, sin ninguna prueba que así lo confirme, que presunta documentación de interés histórico ha acabado en contendedores de residuos”, sobre todo porque ya en su día se vació este edificio cuyo último cometido había sido albergar la sede de la Cámara Agraria Local, extinta hace décadas.

El alcalde dice que “es muy cómodo criticar y lamentar cuando no se tiene responsabilidad ninguna de gestión” y recuerda que “cuando se ha querido contribuir a traspasar patrimonio se ha hecho, como así fue con la Casa de la Marquesa, entre dos entidades públicas que sí eran del mismo signo político, pero en este caso no ha sido posible”.