Este Religioso y Poeta nació en Valdepeñas en 1568, aunque de su infancia y juventud no existen muchos datos, se piensa que estudió en Granada. Posteriormente, con 22 años, marchó a México para reunirse con su padre (aunque fuese un hijo “no reconocido”), quien tenía propiedades en América. Llegado al Nuevo Continente estuvo matriculado en la Universidad de México, donde cursó Artes y Teología, para posteriormente ordenarse Sacerdote. Fue Capellán de la Audiencia de Guadalajara (en México) hasta 1592.
Hasta 1606 vivió en el Reino de Nueva Galicia (que corresponden con los actuales Estados de Jalisco y Nayarit), hasta que regresó a España y en 1607 obtuvo el Grado de Doctor en Teología en Sigüenza (Guadalajara).
Regresó nuevamente a América y, por su condición de hijo “no reconocido” tuvo que solucionar numerosas trabas burocráticas has tomar posesión del cargo de Abad de Jamaica que se le había concedido en 1608 pero que no pudo ejercer hasta finales de 1610. Unos años después, en 1619, fue el primer Obispo de San Juan de Puerto Rico; en cuya sede episcopal creó una biblioteca que sería destruida en 1625 debido a un ataque de los holandeses.
Falleció en San Juan de Puerto Rico el once de noviembre de 1627.
De su actividad como poeta se sabe que en 1585 (a los 17 años) ganó un concurso literario que le proporción fama como “versificador”. Su obra se reduce a tan sólo tres trabajos:
- “Grandeza Mexicana” (1604), que expone un retrato de la Ciudad de México ensalzando la colonización española que siguió al Descubrimiento de América. Fue publicada en México y su forma es la de una carta dirigida por el autor a Doña Isabel de Tovar y Guzmán, que se disponía a pasar en un convento el resto de sus días. Está escrito en tercetos endecasílabos con cuartetos al final de cada una de sus partes. El poema ofrece una visión minuciosa, aunque idealizada, de la capital mejicana, a la que considera "centro de perfección". En sus versos describe la historia, el clima, la topografía, la flora y la fauna, la organización social y la vida cotidiana de la ciudad.
- “Siglo de Oro en las selvas del Erifile” (1608), que es una colección de églogas de tema pastoril.
El tema pastoril fue el legado de la formación estudiantil de Balbuena y su conocimiento de Virgilio, Petrarca, Garcilaso de la Vega, Jorge de Montemayor, Gaspar Gil Polo y, sobre todo, Jacopo Sannazaro.
La acción, narrada en primera persona con intervalos de relaciones de personajes episódicos, se desarrolla en su mayor parte en el valle del Guadiana, donde se halla situada Erífile, una "limpia y clara fontezuela". A través de las doce églogas que componen el libro se van conociendo las tristezas de Melancio, las ocurrencias del vaquero Ussano, un concurso de canto entre Clarencio y Delicio, la historia de un templo maravilloso, la visión de una cueva milagrosa o mágica, la labor de una ninfa vista en Nueva España, regalos y cifras, cantos y, por último, juegos deportivos. Todo, en síntesis, en un intento de reproducir la Arcadia clásica, pero con un paganismo y erotismo algo superficial. El propio autor aparece en la obra identificado en el gigante Selvagio, cuya aparición en una contienda hace huir a sus contrincantes.
- “Bernardo o la Victoria de Roncesvalles” (1624), que es una extensísima epopeya. Su personaje principal es Bernardo del Carpio, y aunque fue su última obra publicada el propio autor afirma que corresponde a "los primeros trabajos de mi juventud, fábrica y compostura del calor y brío de aquella edad, que tiene por gala semejantes acometimientos y partos de imaginación". Obra extensísima con cuarenta mil versos.
Bernardo, el protagonista, es fruto de los amores del Conde de Saldaña con Doña Jimena, hermana de don Alfonso el Casto. El rey, ofendido, castiga al Conde con la prisión y encierra a doña Jimena en un convento y educa a Bernardo en la corte. Con el tiempo Bernardo descubre la prisión de sus padres y exige al rey su liberación. Don Alfonso se niega y Bernardo se retira a sus posesiones del Carpio. Pero, cuando Carlomagno invade España, el héroe acude con sus huestes y vence a Roldán y a los pares de Francia en Roncesvalles. El desarrollo de la leyenda de Bernardo, en la que ni tan sólo el mismo autor manifiesta creer demasiado, se combina con alegorías, sortilegios, elementos carolingios procedentes de los libros de caballerías, reminiscencias clásicas y recuerdos históricos casi contemporáneos.
Aunque vivió en plena época barroca, Balbuena se encontraba ligado todavía al clasicismo renacentista. Según el filósofo Ramón Xirau, este autor puede ser considerado como "un barroco clásico, o si se quiere, un clásico que sabe de las nuevas formas poéticas y las utiliza cuando le son necesarias".
Se muestra afín a los postulados de Ludovico Ariosto (sobre todo en su obra “Orlando furioso”) y Matteo Boiardo (con su “Orlando enamorado”) en sus poemas épicos, y a los de Teócrito, Dante y Virgilio en los pastoriles. Balbuena es considerado por Menéndez Pelayo el primer poeta genuinamente hispanoamericano.
FUENTES:
FERNÁNDEZ, Tomás y TAMARO, Elena. “Biografía de Bernardo de Balbuena”. En Biografías y Vidas.
Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/balbuena.
GONZÁLEZ BOIXO, José Carlos. “Bernardo de Balbuena”.
Disponible en https://dbe.rah.es/biografias/4642/bernardo-de-balbuena
REYES, Alfonso.” Resumen de la literatura mexicana (siglos XVI-XIX)”. México: Fondo de Cultura Económica. 1991.
Disponible en http://www.elem.mx/autor/datos/3358