Nació en la localidad de Villahermosa a finales de agosto de 1576, siendo hijo de Juan de Ballesteros y de Catalina Abad de Moya. Su padre ostentó diversos cargos administrativos dentro del Partido del Campo de Montiel como el de Depositario General de Villanueva de los Infantes. Su madre era natural de Villahermosa.
Por la actividad profesional del padre Fernando Ballesteros se trasladó de niño a Villanueva de los Infantes donde recibió su primera educación. En algunos de sus futuros escritos se menciona como Licenciado por lo que tuvo formación universitaria.
Fue un caballero, militar (Capitán de Infantería de las Milicias de Villanueva de los Infantes), funcionario público y escritor que mantuvo estrechas relaciones con personajes señalados de la comarca: Bartolomé Jiménez Patón (natural de Almedina), Pedro Simón Abril (natural de Alcaraz –Albacete- ) o del mismísimo Francisco de Quevedo (Señor de Torre de Juan Abad). Su actividad literaria fue elogiada por Lope de Vega en su obra “Laurel de Apolo”.
Fernando Ballesteros ejerció como Familiar del Santo Oficio y desempeñó diversos cargos en la organización administrativa que la Orden de Santiago tenía en la comarca del Campo de Montiel, Gobernador del Partido entre 1645 y 1647; además fue Alcalde de Villanueva de los Infantes.
Casó en Villanueva de los Infantes con María Pérez Canuto Mejía.
De su producción literaria destaca un manuscrito fechado en 1619 titulado “El regidor cristiano” y dedicado a su padre. Esta obra se inicia con un largo "Prólogo al lector" y una "Introducción", a partir de los cuales se desarrollan tres "Discursos" que titula: "Las cosas tocantes a la religión", "Cosas tocantes a la Policía" y la tercera, "Cosas tocantes a la Jurisdicción"; finalizando con un brevísimo epílogo. En resumen, se trata de un trabajo sobre la administración local.
Otras obras son: “La Eufrosina” (1621), “Observaciones a la Lengua Castellana” y “De la Elocuencia Española”.
Como legado físico de la presencia de Fernando Ballesteros y su familia en Villanueva de los Infantes tenemos el denominado Palacio de Don Manolito (en la calle Rey Juan Carlos, 24) que fue la casa de la familia Ballesteros en el siglo XVI. Su fachada está impregnada de fuertes reminiscencias clásicas: A ambos lados de la puerta y sostenidos por héroes de la antigüedad (Teseo y Hércules), encontramos las armas de los Ballesteros y las de los Muñoz (precursores de este linaje) así como dos tondos con bustos clásicos. Del interior del edificio destaca en el interior el patio de grandes dimensiones con columnas jónicas y zapatas invertidas, así como el oratorio en la galería superior.
Este edificio que lleva el nombre de uno de los descendientes del linaje de los Ballesteros es, actualmente, usado como el Centro de Día de la localidad.
Fernando de Ballesteros falleció en 1657 en la localidad de Villanueva de los Infantes.
En honor a este personaje el Ayuntamiento de Villahermosa organiza anualmente un Certamen Literario Nacional (en la categoría de relato) con el nombre de Fernando de Ballesteros Saavedra.
FUENTES:
Edmundo RODRÍGUEZ HUÉSCAR, Edmundo (1982). "Fernando Ballesteros Saavedra y su libro "El Regidor cristiano", en Cuadernos de Estudios Manchegos, 13.
Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Villahermosa. Libro de Bautismos (1565-1587), folio 130 v.
https://www.turismovillanuevadelosinfantes.es/palacio-de-don-manolito/