Dentro del enclave del Parque Nacional de Cabañeros (declarado como tal en 1995), un espacio natural protegido español entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, nos encontramos con parajes emblemáticos. Es el caso de “La Raña de Santiago” o simplemente “la Raña”.
Se trata de una de las imágenes más identificativas de este Parque Nacional de Cabañeros. La Raña es una gran llanura de aproximadamente 8.000 hectáreas de extensión, situada en el sureste del parque, cuyo origen es el relleno con materiales circundantes que se produjo hace unos tres millones de años.
Las rañas constituyen unos de los depósitos o formaciones más características de las zonas de meseta de la Península Ibérica. Se puede considerar su origen como delgados mantos de sedimentos, de tipo conglomerado, formados en zonas aluviales de ríos. Se encuentran sobre-elevados en relación a los ríos actuales y se apoyan con frecuencia sobre rocas paleozoicas alteradas. En el Parque Nacional de Cabañeros y su entorno se pueden observar buenos ejemplos de estas rañas en numerosos cortes de las cunetas de caminos y carreteras, en los que se pueden apreciar algunos de sus elementos más destacables. En general es frecuente el paso transicional entre las rañas y los depósitos típicos de pie de monte o ladera.
Los depósitos de raña en el Parque Nacional de Cabañeros afloran en los amplios valles principales situados alrededor de las sierras cuarcíticas. Presentan unas características comunes que dan pistas sobre su origen, edad y evolución.
En un perfil típico de la Raña del Parque de Cabañeros y su entorno, suelen aparecer distintos niveles característicos. La zona inferior está constituida por conglomerados de cantos cuarcíticos con matriz arcillosa, a veces los cantos cuarcíticos poseen pátinas anulares de alteración con óxidos e hidróxidos de hierro. Por encima de este nivel aparece en ocasiones una capa de tipo costra, algo más rica en sílice y más cementada, lo que da cierta impermeabilidad.
En los años 60 se eliminó parte del bosque y el matorral que la cubría, para dedicarla a cultivos de cereal, y a partir de entonces se convirtió en el herbazal arbolado actual, con algunas zonas que conservan la vegetación original, como la denominada el “Mancho del Portugués” o la “Colada de Navalrincón”.
La fauna de este amplio espacio protegido atesora una población bien conservada de las especies más representativas del Bosque Mediterráneo. La comunidad faunística de Cabañeros, atesora algunas especies amenazadas a nivel mundial, águila imperial ibérica y buitre negro, o el lince ibérico, entre otras.
Pero sin duda, el ciervo o venado es el protagonista de uno de los momentos más espectaculares del Parque. Se trata de la “berrea”, periodo, que abarca desde los meses de septiembre a octubre, (dependiendo siempre de las condiciones climáticas, normalmente iniciándose este fenómeno con las primeras lluvias), en el cual se produce el celo y apareamiento de los venados, momento en el cual son fácilmente observables y audibles los bramidos y berridos de los machos así como los enfrentamiento entre éstos, arremetiéndose con sus cornamentas, peleándose por las hembras, siendo una de las más espectaculares formas de selección natural.
Persuadidos por el fruto de la encina, hembras y machos de esta especie, conquistan los grandes pastizales que se distribuyen por esta antigua zona de laboreo, que es conocida como el "Serengueti español", por recordar a primera vista la sabana africana.
La actividad del ciervo y su observación en el parque, son más fáciles de observar en la Raña entre los meses de Septiembre y Octubre. En invierno observaremos normalmente grupos de hembras y crías, así como algunos machos dispersos, durante la primavera su observación es más difícil, los machos pierden sus cuernas y su protección y por ello, suelen estar más esquivos, escondiéndose en la espesura del monte, y las hembras se encuentran en estado de gestación.
Otros mamíferos representativos de la raña de Cabañeros, junto con los citados ciervos, el gamo o el corzo, son el jabalí, muy abundante y fácilmente observable; la liebre, en esta llanura con herbazales y algún arbolado disperso; el conejo, más común en zonas de jara y monte bajo. Estas especies tienen mucha importancia al ser potenciales presas para diversos depredadores, entre los que destacan las aves rapaces y una amplia comunidad de carnívoros, como es el caso del zorro, la garduña, la gineta, el gato montés, el meloncillo o el escaso lince ibérico.
También es de destacar la gran diversidad de aves, el grupo faunístico más representado, con casi 200 especies presentes y con algunas de ellas consideradas como amenazadas a nivel mundial, donde destacan entre otras el buitre negro o el águila imperial ibérica. Además, la vegetación de pastos altos y encinares favorece la presencia de aves de llanuras como las avutardas, cigüeñas –blanca y negra–, perdices, abejarucos.
Sin duda, la Raña es un lugar indispensable en la visita parque. El Centro de Visitantes de Casa Palillos, en la carretera entre Pueblo Nuevo de Bullaque y Santa Quiteria (pedanía de Alcoba de Los Montes), es el acceso directo a este enclave.
FUENTES:
https://www.autofacil.es/rutas/parques-nacionales/paisajes-hay-conocer-cabaneros/171807.html
http://www.visitacabaneros.es/fauna_elparque_60.html
https://www.lainformacion.com/estilo-de-vida-y-tiempo-libre/la-rana-de-cabaneros-el-gran-albergue-de-los-ciervos-durante-el-invierno_iQztZ8ML7Nd7bqvpLCOs63/
https://www.igme.es/LibrosE/GuiasGeo/cabaneros_sp/138/#zoom=z