Se cumplen 100 años de la consagración de Ciudad Real a la Virgen del Prado y en la tarde-noche del jueves la ciudad ha vibrado, como siempre lo hace, ante la imagen de su patrona, Nuestra Señora La Virgen del Prado Coronada que poco después de las 22 horas se abría paso por las calles de su ciudad, rodeada de miles de fieles que la han acompañado, hasta casi entrada la medianoche.
El cortejo procesional ha iniciado su marcha, pasadas las nueve y media de la noche, al sonar de la banda de música, y el repicar de las campanas, con miles de personas han mostrado su fe a la Morena del Prado alumbrando su camino por las calles de Ciudad Real.
El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, abría la comitiva en representación de la corporación municipal, junto a varios concejales.
El encargado de portar el pendón, el estandarte con la bandera de Ciudad Real, ha sido en esta ocasión, Pau Beltrán, edil de Juventud, Infancia y Deportes. Además, como ya sucediera el año pasado, los maceros, tradición recuperada, han encabezado la comitiva municipal, llevando en su mano y sobre su hombro la Maza municipal de plata, además de portar el escudo la Institución Municipal.
Petalá e himno centenario en la Plaza Mayor
En recuerdo de aquel 15 de agosto de 1924, cuando la Virgen del Prado dejó su tradicional recorrido claustral para procesionar por el corazón de la ciudad, la ciudad ha disfrutado de la llegada del paso de la Virgen a la Plaza Mayor donde ha tenido lugar la interpretación del centenario Himno de la Virgen del Prado, en la voz de la soprano Patricia Gozalo, acompañada por el organista de la catedral Pedro Pablo López. El trono de la patrona de Ciudad Real se ha colocado bajo el balcón del Ayuntamiento y ha habido una lluvia de pétalos de flores para realzar el momento.
Miles de fieles contemplaron la reciente restauración del Niño
La Virgen del Prado este año luce el manto de ‘la Coronación’, tiene tres que alterna, donado en 1968 por doña Elisa Cendrero y Arias del Castillo, viuda de Medrano. Confeccionado en Tisú de Lyón, en plata, bordado con hilos de oro y engarces de pedrería. También lleva por primera vez el fajín de General de División, José Prado Hervás, donado el pasado mes de mayo por parte de sus hijos.
Además, los miles de fieles han podido ver de cerca la reciente restauración a la que se ha sometido la talla del Niño de manos del restaurador Francisco Pérez Vargas. Una intervención en la que se ha recuperado la claridad y los “frescores” originales. A ello se une el estreno de la bambalina delantera que se presentó hace un mes en el Ayuntamiento.
Ciudadanos, en su mayoría devotos, acuden a esta procesión, alumbrando con sus velas a la Virgen en su tradicional recorrido en torno a la catedral: Jardines del Prado, Azucena, Estación Vía Crucis, Toledo, Calatrava, Paloma, Carlos Vázquez, Plaza Mayor, y Paseo del Prado hasta la Catedral, con los sones de la Banda de Música Municipal Agrupación Musical de Ciudad Real y de la banda de cornetas y tambores de la hermandad de Pilatos.
Los cultos religiosos durante la feria de Ciudad Real continúan, entre el 16 y el 21 de agosto, con misas hasta la celebración de la procesión de la Octava el día 22.