Los hechos ocurrieron en julio de 2020, cuando la mujer, denunciante de los hechos, llamó por teléfono a una amiga que se encontraba con el acusado en un parque de Ciudad Real, quien no atendió la llamada.
A.V.V., al ver el origen de la llamada, le pidió el teléfono y llamó a la denunciante diciéndole que en un rato se pasaría por su casa para charlar con ella acerca de una serie de problemas personales. Al día siguiente, el acusado fue al domicilio de la mujer, donde comenzó a realizar insinuaciones de índole sexual, que fueron rechazadas en todo momento. Ante tales negaciones, el acusado abusó de ella sexualmente y la amenazó con matarla al abandonar la vivienda.
Durante el juicio, según ha explicado el fiscal, la víctima ha mantenido su versión y la Fiscalía ratifica el escrito de acusación a la vez que acredita el acceso carnal no consentido y la violencia ejercida del acusado sobre la mujer, ya que presentaba signos violencia.
Además, ha manifestado que se encontró ADN del acusado en el cuerpo de la mujer, que presentaba lesiones compatibles con la violencia física que el acusado habría ejercido sobre ella.