El grupo socialista de la Diputación ha hecho balance del primer “mal año” de mandato del gobierno de coalición PP y VOX en la Diputación, que se traduce también en un “mal año para la provincia”, con un gobierno que, según ha expuesto el portavoz del grupo socialista, José Manuel Bolaños, ha quedado definido por la parálisis, los copagos y el sectarismo.
El portavoz socialista ha reivindicado el papel mayoritario del grupo socialista que venció en las elecciones municipales en la provincia, y tiene más alcaldías y más concejales, siendo por ende el grupo con más representación en la institución provincial, y ha criticado que el presidente de la institución esté únicamente trabajando “para generar espacios propios para su proyección personal, reivindicando los espacios compartidos sólo y exclusivamente para pedir dinero a otras administraciones”.
Articulando el balance de este primer año de gestión en 5 ejes, Bolaños ha lamentado, en primer lugar, el nulo apoyo que los Ayuntamientos encuentran por parte de la Diputación cuya primera medida en este mandato fue el despido de 145 monitores de los PID, para después de cambiar el nombre al programa, recortar en la convocatoria y obligar a los Ayuntamiento a un copago del 30 %. Algo que también ha ocurrido con la convocatoria “estrella” de Valverde, “Redes de Abastecimiento” donde se resta autonomía a los Ayuntamientos obligándoles a cofinanciar la misma, algo insólito en la Diputación de Ciudad Real.
Bolaños ha remarcado, que “las malas decisiones de PP Y VOX perjudican a los ciudadanos de la provincia” como es el caso del incremento en la tasa de basura, donde al negarse Diputación a asumirlo, provoca que los ciudadanos paguen más por este concepto; haciendo además una discriminación entre comarcas, dado que los municipios que forman parte de Comsermancha no han recibido el mismo trato en este sentido que el resto de municipios de la provincia.
En este punto, desde el grupo socialista proponen que los 30 millones de euros que va a recibir la Diputación por parte del gobierno de España, por la liquidación de los tributos del Estado (P.I.E), se usen para aumentar las partidas para la convocatoria de redes de abastecimiento y eliminar el copago a los Ayuntamientos, así como a apoyar a los consistorios en sus gastos corrientes.
Por otra parte, los socialistas no entienden la falta de apoyo al tejido socioeconómico eliminando iniciativas como los “Bonos de Comercio” que tan bien habían funcionado o las ayudas a empresas para establecerse en pequeñas poblaciones. Se da la circunstancia que esta medida de los Bonos “tan mala para Valverde”, ha sido recogida por el Ayuntamiento de Ciudad Real extendiéndola a toda la provincia. De la misma manera para Bolaños no es entendible la parálisis en proyectos de consenso como el Museo de la Caza, con un cambio de ubicación, olvidando su importancia para la ciudad o que no se avance en el desarrollo de los Planes de sostenibilidad como los de Geoparque y Montiel salvo para nombrar, y después solo proponer como “director”, a un alcalde del PP.
En cuanto al personal de la Diputación, tema del que tanto presume Miguel Ángel Valverde, Bolaños ha recordado que lo que se están ejecutando son medidas del anterior mandado como la OPE de 2022 o los procesos de estabilización que proceden de la reforma laboral, mientras que en el resto de casos de “cada 10 plazas que se crean se destruyen 13” por lo que manifiesta que “la política de personal de Diputación es como la energía, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”.
De la misma forma, desde el grupo socialista se ha puesto de relieve la falta de colaboración institucional y el sectarismo que, por parte de Diputación, se está teniendo en su relación con ayuntamientos socialistas y con el gobierno regional. Bolaños ha explicado que “no se entiende que sólo se haya recibido a 9 alcaldes/as del PSOE de un total de 57, así como la falta de comunicación con el principal grupo político de la Diputación para iniciativas como el Día de la Provincia o Fenavin”.
En definitiva, desde las filas socialistas entienden que este año decepciona dado que se ha basado en “un solo intento de ayudar a los ayuntamientos y al tejido socieconómico” y por “la falta de proyecto, algo que se percibe al tener que repetir en su discurso las mismas iniciativas”. “Un año donde se muestra el carácter sectario, perjudicando a municipios por su color político y arrebatándoles autonomía” y “rompiendo consensos y programas por el hecho de ser puestos en marcha por el PSOE, una institución que antes era respetada y cuyas políticas avalan la gestión intachable del PSOE de los últimos años”.