El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava está presente por primera vez en la Feria de la Caza, Pesca y Turismo, FERCATUR, con un stand propio en el que promociona una oferta turística muy enraizada en la naturaleza, la geología o la arqueología.
El alcalde, Jesús Ruiz, quien ayer ejerció de anfitrión durante las visitas institucionales tras el corte inaugural a diferentes autoridades, entre ellas el presidente de la Diputación Provincial, José Manuel Caballero, expresaba su satisfacción por este “hito”.
“Para nuestro municipio, que calladamente ha trabajado por ir recuperando y poniendo en valor nuestros referentes visitables más destacados, es todo un orgullo poder mostrarlo en una feria de un calado tan importante como es Fercatur”, refería el regidor.
Ruiz Valle ha apuntado que “el patrimonio natural de Argamasilla de Calatrava es inigualable”, refiriéndose a enclaves como la Laguna Blanca, la Vía del Trenillo y la Sala de los Moros principalmente, que “ponemos en valor en esta cita ferial tan destacada”.
Sobre la Laguna Blanca
La Laguna Blanca es uno de los maares volcánicos más estudiados y mejor conservados del Campo de Calatrava, un antiguo cráter de un volcán que se encontró activo posiblemente durante el Terciario y Pleistoceno.
La cubeta de dicho cráter, una vez colmatada, se rellenó de aguas pluviales, formando una lámina de agua, siendo un foco de atracción para los animales y homínidos del Pleistoceno.
En la actualidad, este maar de la Laguna Blanca por el color de sus aguas, blanquecinas debido a su vez a ser una laguna subsalina y los minerales del terreno; bicabornatado- sulfatado sódico, se encuentra antropizado.
La posibilidad de observación de aves y otra fauna asociada a estos medios lacustres, da pie a posibilidades de aprovechamiento geoturístico que ofrece este edificio volcánico y que se viene potenciando a través de diferentes proyectos.
Acerca de la Vía del Trenillo
Por el paso del ferrocarril de vía estrecha que en su día enlazaba Valdepeñas con Puertollano discurre la Vía Verde del Trenillo que ha sido ejecutada por el Ayuntamiento rabanero.
Sobre una longitud de unos once kilómetros se pueden atravesar, a pie, en bicicleta u otro automóvil carente de motor, parajes naturales autóctonos y diversas plantaciones, bien de almendros, de olivos, encinas y, sobre todo, especies propias de la zona.
Pero también patrimonio cultural como asentamientos de la edad del bronce y Sala de los Moros en su zona superior y asentamientos romanos y restos del Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza en la zona inferior.
El 24 de febrero de 1903 se abría al público este trazado de vía estrecha hasta que el 1 de septiembre de 1963 se suspendió esta línea férrea, de cuya reconversión en trazado ecológico se ha ocupado el propio consistorio como queda dicho.
Sobre la Sala de los Moros
La Sala de los Moros se considera un enclave emblemático para la Prehistoria reciente de Ciudad Real y está levantado en la cima del cerro que lleva su nombre y está constituido por una estructura principal.
Ésta es de planta rectangular, realizada con grandes bloques de sillarejo y algunos sillares, que conserva en su interior una cámara con planta en forma de ‘T’ y el conjunto queda cerrado, en la plataforma inmediatamente inferior, por un recinto perimetral.
Fuera del mismo se localiza una oquedad excavada en la roca denominada ‘aljibe de los caballos’ y varias covachas que ocupan abrigos naturales, situada en el Cerro de Turruchel, de 908 m de altitud, en la zona oriental del término municipal de Argamasilla de Calatrava.
El miércoles 15 de junio la Consejería de Educación, Cultura y Deportes inició el procedimiento para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del yacimiento arqueológico de la Sala de los Moros, con categoría de ‘Zona Arqueológica’.
