El que fuera convento de Las Terreras ubicado en una parcela de más de 6.000 metros cuadrados ha abierto sus puertas para conocer el estado de las obras de recuperación del edificio con interesantes hallazgos patrimoniales como unas pinturas al fresco de 300 metros cuadrados en el coro del siglo XVI y una galería subterránea en perfecto estado de conservación. El alcalde, Francisco Cañizares, y la concejal de Urbanismo, Yolanda Torres, han acompañado a los medios de comunicación y los representantes de algunos colectivos, como la Asociación Cultural Plaza de Las Terreras y la Asociación de Vecinos “El Perchel”, durante la visita.
Cañizares ha explicado la situación actual del Convento que adquirió la anterior corporación municipal, pero del que asegura que se encontraron sin ningún tipo de partida económica para poder acometer cualquier actuación de mantenimiento. Por ello, lo primero de todo fue lograr la modificación del destino de una subvención concedida inicialmente para otros fines que, junto a la dedicación de personal de los planes de empleo, en concreto diez operarios, han supuesto casi dos millones de euros para empezar a recuperar el inmueble “que se encontraba en muy malas condiciones, sobre todo en las cubiertas y en los revestimientos por humedades”.
Un gran centro de referencia cultural centrado en lo gastronómico y turístico
Ahora, el primer edil ha avanzado que el consistorio seguirá trabajando para lograr la financiación necesaria (tanto propia, como procedente del resto de administraciones) que permita convertirlo en un gran centro de referencia social y cultural, centrado especialmente en la promoción gastronómica y turística “que pueda servir como puerta de entrada a la ciudad para los visitantes; un proyecto de envergadura que no culminará en uno o dos años”. Se descarta por tanto la idea de realizar un proyecto hotelero u hostelero "por la inviabilidad del mismo", ha indicado. El hándicap del uso concreto definitivo, ha aclarado Cañizares, dependerá de los recursos que se reciban finalmente.
Cañizares ha reconocido que tras los primeros trabajos ya acometidos en este inmueble se han encontrado con elementos estructurales y patrimoniales que van a complicar las labores de recuperación del edificio, “como unos frescos de gran valor artístico que se han descubierto en la zona de los coros”, que aportarán valor añadido al espacio.
El primer edil se ha mostrado convencido de que éste es el camino que hay que seguir para poder recuperar el inmueble: “hemos pasado de comprar un edificio sin ningún tipo de idea a algo fundamental, que es mantenerlo y recuperarlo en gran medida”.
Plan de visitas 'Abierto por Obras'
Y con el propósito de que la ciudadanía conozca el estado del inmueble, el Ayuntamiento va a habilitar nuevas visitas próximamente, en grupos reducidos para garantizar la seguridad de todos los visitantes, bajo el título “Abierto por Obras”, para que los vecinos puedan contemplar la evolución de las obras.
En la exposición técnica, el arquitecto municipal, Emilio Velado, ha destacado que en los trabajos iniciales se han realizado catas y sondeos que han puesto al descubierto un artesonado de interés, el suelo original del patio, el pavimento de barro cocido del claustro, un arco de herradura y una cueva en muy buen estado de conservación.
Pinturas de estilo manierista de gran valor histórico, artístico y patrimonial
Por su parte, el arqueólogo de la obra, Miguel Ángel Hervás, ha explicado que en el estudio previo de valoración patrimonial se han podido analizar unas pinturas al fresco en el coro mayor y el coro alto, fechadas en 1581, surgidas parcialmente en el desmontaje de los retablos y la sillería, "en dichos frescos figuran los nombres de las comitentes que sufragaron por devoción esas pinturas, María e Isabel del Mármol, y representan ciclos iconográficos complejos, cristológicos, en una pintura manierista de transición del renacimiento al barroco, hecha en grisalla, de gran valor histórico, artístico y patrimonial, que se podrá recuperar en su mayor parte con restauradores profesionales".
Otro de los hallazgos es una galería subterránea, en perfecto estado de conservación, con bóvedas naturales excavadas en la roca, usada como bodega tradicional y ramificada en varias dependencias. Asimismo, en algún sondeo murario han aparecido arcos tapiados, algunos de herradura, característicos de la arquitectura mudéjar, y en las cubiertas, que presentan gravísimos problemas estructurales, ha aparecido artesonados como el del coro alto, de gran interés patrimonial, de madera tallada y con restos de policromía. Hallazgos, todos ellos, ha rematado el arqueólogo, que podrán suponer grandes atractivos turísticos del inmueble.