La presidenta nacional de AFAMMER ha participado en el Seminario Internacional de Estudios Europeos que Fidestra y EZA ha celebrado en Faro (Portugal), con el apoyo de la Unión Europea.
El seminario ha reunido a expertos europeos que han analizado y aportado soluciones desde la perspectiva laboral para avanzar hacia la consecución de la economía circular.
Carmen Quintanilla ha participado en la mesa “Acelerar la transición hacia una economía circular: el papel de la agricultura” junto al presidente de Feder Agri, Alfonso Luizzi, y la directora del departamento de desarrollo sociocultural de la Cámara Municipal de Tavira, Cristina Pereira.
“La economía circular ha venido para quedarse pero para que haya sostenibilidad hay que contar con los agricultores”
“El desarrollo sostenible no puede entenderse sin la agricultura pero es necesario abordar los desafíos que afectan a la economía mundial si verdaderamente queremos caminar hacia una economía más circular”, ha afirmado.
Entre los principales desafíos para conseguir una agricultura más sostenible Quintanilla señala que el crecimiento de la producción agrícola es insostenible debido a los impactos negativos del cambio climático en los recursos naturales y el medio ambiente.
“Según la FAO una tercera parte de la tierra agrícola está degradada, hasta el 75 por ciento de la diversidad genética de los cultivos se ha perdido y el 22 por ciento de las razas de ganado están en riesgo”, apuntó.
La presidenta nacional de Afammer considera que debe realizarse una gestión más integrada de los ecosistemas y paisajes, y apostar por el impulso de políticas y mecanismos que acaben con la desvinculación entre la producción agrícola y la conservación de los recursos.
El compromiso con una economía más circular
Quintanilla considera muy positivo el compromiso manifestado recientemente por la Unión Europea de reforzar el papel de la agricultura en la economía circular a través del Pacto Verde Europeo que contempla acciones concretas que persiguen la reducción del 50% en el uso de plaguicidas de origen químico en los próximos 10 años; el impulso y el desarrollo de una agricultura más ecológica que persigue que el 25% de la superficie agrícola de la UE se dedique a agricultura ecológica en 2030.
Y puso como ejemplo de buenas prácticas hacia el desarrollo de un modelo energético rural más sostenible el programa “Sociedad y Pymes rurales” que Afammer desarrolla para reducir los gases de efecto invernadero de forma práctica y real.
“Con este programa damos asesoramiento gratuito a la ciudadanía y pymes del medio rural, entre ellos agricultores, para que conozcan cómo pueden mejorar su eficiencia energética en sus negocios y cómo reducir el grado de dependencia energética”, ha manifestado.