.
Cada una de las 1.874 bodegas expositoras, bien de forma individual, agrupada o representada, han hecho una media de 27 contactos iniciales con alguno de los 18.805 compradores, 14.538 nacionales y 4.237 internacionales, procedentes de 84 países, 19 menos que en 2019, muchos de ellos gestionados por la propia organización de la Feria, por la Cámara de Comercio de Ciudad Real, el IPEX o la Fundación Tierra de Viñedos. Se han ausentado importadores sobre todo de Rusia, Ucrania, Bielorusia, China y Taiwan aunque las empresas que comercializan con estos países, ha explicado Caballero, sí que han asistido. Camerún, Cabo Verde o Costa de Marfil han estado presentes por primera vez.
Las más de 115.000 acreditaciones, 760 medios de comunicación nacionales e internacionales, 2.135 representantes institucionales y 50.853 visitantes da idea de la magnitud de la Feria Nacional del Vino, que ha contado con bodegas y cooperativas de prácticamente todos los territorios vinícolas, por orden de representatividad Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Andalucía, Valencia, La Rioja, Asturias...
EL 33% DE LOS VINOS DE LA GALERÍA, ECOLÓGICOS
En el espacio recién estrenado este año para la Galería del Vino, patrocinada por Globalcaja, han estado presentes un total de 1.437 referencias, el 33% de ellas son ecológicas, "lo que da idea de la tendencia de los mercados en la actualidad", ha comentado el presidente de Fenavin, José Manuel Caballero. Otros datos de la mayor sala de catas del mundo ha sido sus 15.000 botellas y 5.000 copas en almacén, 50 trabajadores y 145 denominaciones de origen o indicaciones protegidas representadas. Como curiosidad, un vermut ecológico receta del siglo XII y un producto hecho por método champanoise. Otras anécdotas son los nombres de algunos vinos, muchos de mujeres, Marta, Matilde, María, Dolores, Bala Perdida, De Muerte, Karma o Villana Llévame al Huerto.