Castilla-La Mancha es una de las regiones con más zonas rurales, y en nuestra comunidad hay medio millón de mujeres que viven en el medio rural. Un medio en el que normalmente se encuentran más dificultades, ya que dispone de menos servicios, y además es un entorno muy masculinizado.
Por esta razón, las mujeres que viven en los entornos rurales sufren una doble discriminación, por un lado, por el hecho de ser mujer, y por otro, por esa falta de medios y servicios, que, unido al poco apoyo social, y al entorno masculinizado, hacen que en la mayor parte de las ocasiones las tareas familiares y de cuidados recaigan fundamentalmente en las mujeres.
Así lo ha explicado la responsable de Igualdad de UGT CLM, Ana González.
“El medio rural aporta muchas cosas positivas, pero también negativas. Escasez de servicios, falta de oportunidades laborales, dificultades que afectan especialmente a las mujeres. Ya que hablamos de un medio muy masculinizado, en el que el impacto negativo de la falta de conciliación, de oportunidades laborales, o la violencia de género, repercuten todavía más negativamente. En este último caso, el de la violencia de género las trabas son especialmente grandes. Puesto que el espacio en el que habitan las mujeres rurales dificulta mucho la posibilidad de alejarse del maltratador, mantener el anonimato, e incluso acceder a protección o recursos para poder escapar de la violencia.”.
Problemas con los que las mujeres que viven en las zonas rurales de la región se encuentran en su día a día, muchas de ellas además de ser amas de casa han ejercido muchos oficios, como de secretarias de sus maridos, cuidadoras, recaderas… Aunque también es cierto, como reseñaba la responsable de Igualdad del sindicato en la región, que las ayudas para emprender han aumentado, y la brecha digital está disminuyendo, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
“Es cierto que han aumentado las medidas de apoyo y estímulo, y que el número de empresarias ha aumentado significativamente en los últimos años, en los pueblos de Castilla-La Mancha tenemos muchas mujeres realizando labores agrícolas y ganaderas, pero también hay mujeres emprendedoras, que abren negocios y en algunos casos generan empleo. Aunque los principales problemas que se encuentran son las trabas burocráticas, y la brecha digital, que todavía persiste en algunas zonas de nuestra región”.
Por otro lado, otra serie de datos que corroboran que el papel de la mujer rural cada vez adquiere más fuerza, es que nuestra región es la segunda de España con más titularidades compartidas, en concreto 258 a octubre de 2024. Y también se ha incrementado de manera significativa el número de mujeres titulares de explotaciones agrarias.
Oficialmente un 40% de la mano de obra en este medio la asumen las mujeres, en los últimos años se ha incrementado el número de mujeres jóvenes que deciden hacerse agricultoras. Precisamente en las últimas convocatorias de ayudas Castilla-La Mancha para la incorporación de jóvenes hasta 40 años a la agricultura, la tercera parte de las solicitudes han sido de mujeres. Y otro dato significativo es que Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma que más mujeres perceptoras de la PAC tiene, por cada 100 agricultores, 38 son mujeres.
“Esto pone de manifiesto el gran peso que las mujeres tienen en nuestro medio rural. Pero hay que seguir luchando y trabajando para que tengan los mismos derechos que cualquier mujer del medio urbano, y a su vez, iguales derechos a los hombres”.