Dentro del capítulo de propuestas fiscales desgranadas en el transcurso del Debate sobre el Estado de Castilla-La Mancha que acoge el Parlamento autonómico, el líder del Ejecutivo regional ha señalado que en la próxima declaración de la renta, con el objetivo de paliar la inflación en hogares vulnerables, los contribuyentes podrán deducirse de la cuota 200 euros en rentas inferiores a 12.000 euros, 150 si son de menos de 21.000 euros, y 100 euros en caso de rentas de hasta 30.000 euros.
Una deducción que podrá incrementarse en 50, 37,5 o 25 euros respectivamente por cada hijo a cargo del contribuyente, todo ello con un impacto estimado de 75 millones de euros.
De esta manera, el Gobierno castellanomanchego se alinea con los anuncios fiscales del Gobierno de Pedro Sánchez para ayudar a las rentas más bajas, no deflactando la tarifa del IRPF como pide el PP, sino aumentando las deducciones en los tramos inferiores.