La Delegación provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en Ciudad Real, ha inaugurado la exposición del CEIP ‘Cervantes’ de Santa Cruz de Mudela’ dentro de la iniciativa ‘Delegación abierta’. Una propuesta expositiva que tiene como objetivo mostrar a la ciudadanía el trabajo creativo realizado en los centros educativos de la provincia.
En concreto, en el edificio de Servicios Múltiples de la Delegación Provincial de Educación, Cultura y Deportes hasta XXX se puede visitar hasta el 26 de enero el proyecto ‘El Cervantes Emprende’ que ha sido reconocido como Centro UNICEF nivel 3 por su promoción de los derechos de la infancia a través de la protección y participación del alumnado.
El delegado de Educación, Cultura y Deportes en Ciudad Real, José Caro, ha explicado durante la inauguración que este proyecto “nace del análisis sobre las posibilidades de los patios durante los recreos” y cómo guiados por el paradigma del aprendizaje-servicio y el espíritu de emprendimiento, “se ha apostado por una iniciativa a favor de la completa inclusión del alumnado”. Un objetivo, ha señalado “que también comparte el Gobierno de Castilla-La Mancha” por lo que ha felicitado a la comunidad educativa del CEIP Cervantes de Santa Cruz de Mudela.
Por su parte, el director del centro educativo, Jose Ignacio González, ha destacado que la puesta en valor de los patios inclusivos y dinámicos, a través de las propuestas nacidas en el seno del Consejo de Estudiantes, “el alumnado se siente implicado de la organización de diversas actividades motivadoras”.
Creadores de su “pequeña empresa”
Los responsables del centro educativo han explicado que los diversos grupos de alumnas y alumnos de quinto y sexto curso de primaria se han convertido en creadores de su “pequeña empresa”, partiendo del convencimiento de transmitir aquello que les apasiona al resto de niñas y niños del colegio.
Tras optar por el servicio que darían a sus compañeros, han trabajado digitalmente en la publicidad más acorde a los fines de su empresa, generando un logo y slogan. Como investigación previa, visitaron empresas similares de la localidad, conociendo las posibilidades emprendedoras de su entorno más cercano.
Tras ello, diseñaron presupuestos y compraron los materiales necesarios para edificar proyectos que cubrían las necesidades de su comunidad educativa y los recreos se convirtieron en el escenario para hacer partícipes de sus inquietudes y logros a todos sus compañeros.
Con esta forma de trabajo, durante dos días a la semana, el alumnado se integra en equipos colaborativos que “hacen posible una inclusión completa y real”, adaptándose el número de talleres a un nutrido abanico de expectativas y características del alumnado.
Este proyecto se ha puesto al servicio del ámbito de protección del menor y la mejora de la convivencia en el centro educativo, “mediante un sentimiento de pertenencia al grupo que afianza lazos entre compañeros”.