jueves. 21.11.2024

La Operación Erebu, como se ha denominado por parte de la Guardia Civil, se ha prolongado casi por tres años desde que en 2021 se iniciara como consecuencia de un requerimiento del Juzgado de Instrucción nº1 de Manzanares. En este requerimiento se instaba a la Guardia Civil a investigar una denuncia por un supuesto delito de estafa por valor de casi 14.000 euros, en la que la víctima comunicaba que había sido estafada en una plataforma de trading, compraventa de activos cotizados.

Modus operandi 

En la provincia de Málaga esta organización poseía un “call center” con decenas de teleoperadores de habla española, polaca, sueca e italiana que se dirigían al mercado tanto nacional como extranjero, las potenciales víctimas eran captadas principalmente mediante llamadas telefónicas masivas a números de teléfono obtenidos desde bases de datos ilegales, aunque también accedían a sus datos a través de banners de internet.

Tras acceder a los datos, contactaban con las víctimas hostigándolas mediante repetitivas llamadas para conseguir una pequeña inversión a modo de inicio. Una vez que creaban un vínculo con la víctima aumentaban el grado de presión, sacando información sobre la máxima cantidad de dinero que podían aportar en ese momento, ofreciéndoles así una oferta supuestamente muy ventajosa, advirtiendo de que la operación debía hacerse para ello de forma inminente. 

Una vez realizadas las primeras inversiones los teleoperadores los derivaban a una web ficticia en la que las víctimas podían ver el dinero invertido y la falsa rentabilidad que les estaba originando, pero cuando querían recuperar el dinero los teleoperadores comenzaban a alegar problemas técnicos con la plataforma, entre otras vicisitudes para no reintegrar la inversión, hasta que ante la insistencia, denuncias y algunas reclamaciones devolvían una mínima parte o dejaban la cuenta a cero. De esta forma se estima que esta organización criminal con raíces en el extranjero ha llegado a defraudar un total de 31 millones de euros.  

Con la ayuda de la cooperación internacional solicitada a nueve países a través de EUROPOL se pudo dar detalle de las conexiones fuera del país que ayudaron a identificar a otras decenas de víctimas en Polonia, engañadas desde el “Call Center” de Málaga.

Gracias a la investigación se pudo saber que esta organización criminal usaba varias mercantiles y cuentas bancarias en Chipre, Grecia, Alemania y España para canalizar el flujo de dinero estafado. Parte del fraude obtenido lo usaban para la compra de bienes vehículos, compras, viajes y fiestas privadas con gastos pagados para los empleados, al estilo de la famosa película hollywoodiense, logrando percibir los empleados altas comisiones de gratificación.

Explotación de la operación

Esta operación se explotó en dos fases: en la primera de ellas se realizan dos entradas y registros en la provincia de Málaga, deteniendo a cuatro personas y aprehendiendo numerosa documentación y discos duros con información relevante para la investigación, así mismo se incautaron tres vehículos, se bloquearon 17 cuentas y se aprehendieron 454.131 euros. Durante la segunda fase se investigó a los cinco autores restantes, cuatro de ellos con residencia en el extranjero y el último un vecino de Palma de Mallorca detective privado que se dedicaba a espiar a las víctimas de una plataforma nacional de ayuda a exempleados y víctimas de esta macro estafa, haciéndose pasar por uno de ellos obteniendo así información de primera mano para los defraudadores.

La investigación ha sido llevada a cabo en coordinación con el Juzgado de Instrucción Nº1 de Manzanares (Ciudad Real)

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