Su esposa Begoña y una de sus hijas estuvieron en el sentido e intenso acto de homenaje y varios integrantes del grupo teatral Epidauro declamaron alguna de las composiciones poéticas del libro ‘Hojas rojas’ y cuyos ejemplares se regalaron entre los presentes.
Ambas recibieron este momento con todo sentimiento, por ser éste “un acto precioso, porque es un homenaje que se sale un poco fuera de lo común desde que comenzó esta iniciativa”, apuntaba la viuda en referencia a los bancos literarios.
“Hacer un banco literario donde la gente se pueda sentar, donde la gente pueda leer, lo que un poeta, un literato, cualquier persona interesada por la literatura, por los libros, deja escrito, con el fin de que puedan participar es muy bonito”, decía Begoña Mansilla.
En los prolegómenos consideraba que “con que simplemente una persona se pare un minuto, lea y a lo mejor eso le haga reflexionar o acercarse un momento a coger un libro, a leer ya con eso ha merecido la pena”.
Y preguntada por lo que su esposo sentiría, reconocía que “yo creo que esto no se lo imaginaba él, ni se lo esperaba. Para nosotros, sinceramente es, muy emotivo, muy emocionante. El pueblo se ha volcado siempre con él y él quería mucho a su pueblo”.
Un cariño recíproco con Argamasilla de Calatrava. “Notamos ese cariño y por eso nos llena de alegría, de placer y nos hace que estemos un poco nerviosas en este momento”, apostillaba Begoña.