Luisa Márquez Manzano (44) será alcaldesa de La Solana en apenas tres semanas. La candidata del Partido Popular –que concurría como independiente- ha dado la vuelta al calcetín de la historia política local tras lograr la mayoría absoluta en la jornada del 28-M con 9 concejales en la próxima Corporación Municipal. El resultado rompe con la hegemonía socialista, perenne desde que alumbraron los ayuntamientos democráticos en abril de 1979. Eulalio Díaz-Cano ha sido el gran damnificado, a pesar de haber mantenido, incluso superado, los resultados que su antecesor, Luis Díaz-Cacho, logró de hace cuatro años. Una base fiel pero a todas luces insuficiente, ya que el PSOE no solo ha perdido la alcaldía, sino que cae a 7 concejales, su representación más baja de siempre. El Partido Popular ha movilizado mejor a su electorado y ha absorbido todo el voto de centro-derecha que Ciudadanos logró en 2019. Izquierda Unida también baja, aunque mantiene representación en el salón de plenos, y la irrupción de Vox sobre la bocina se ha quedado en un apoyo testimonial.
La alcaldesa electa no ocultó su alegría, y también su emoción, en declaraciones a Radio Horizonte poco después de conocerse los resultados. “Estoy contenta y tenga palabras de agradecimiento para los compañeros que me llevaron hasta aquí, Julián, Gloria y Ángela, y al maravilloso equipo que me acompaña”, dijo. Dedicaba esta victoria a su familia, pero especialmente a su padre –ya fallecido- “que siempre creyó en mí”. En cuanto a las razones de este vuelco, insistió en que nunca miró las estadísticas ni los números. “Me he dejado llevar por el corazón, el sentimiento, la ilusión y la esperanza, y creo que el pueblo tenía ganas de que se batallara desde dentro, desde las tripas; es lo que hemos hecho nosotros”.
Sobre qué equipo de gobierno se verá en los próximos años, subrayó que harán lo prometido: gestión y verdad. “Tenemos que analizar punto a punto, pero vamos a hacer esa auditoría externa para poner negro sobre blanco lo que hay y tratar de conseguir los objetivos marcados”. No tuvo dudas de que habrá un relevo tranquilo con su antecesor en el cargo, Eulalio Díaz-Cano. “Será un cambio moderado, un traspaso de poderes como tiene que ser en democracia entre gente con talento y con talante”.
La otra cara de la moneda era Eulalio Díaz-Cano, que encajó el golpe con deportividad democrática. “Los solaneros han hablado y hay que felicitar al partido ganador, como ya he hecho personalmente a su candidata”, resumió. No profundizó en las causas que han desembocado en este vuelco en La Solana, pero sí reconoció que tendrán que sentarse a analizar los resultados y los porqués. Tampoco aclaró cuál será su propio futuro político tras este revés en su debut como cabeza de lista, aunque sí dijo que “los solaneros nos han colocado en la oposición y desde ahí trabajaremos”.
Otro candidato decepcionado con el desenlace del 28-M era Bernardo Peinado. El líder de Izquierda Unida no tenía reparos en calificar de “malos” y reconocía incluso que algunos votos pudieron trasvasarse al PSOE a modo de ‘voto útil’. Por último, Manuel Sánchez-Bermejo, candidato de Vox, tampoco ocultó su decepción con los pobres resultados de su formación. Lo achacó a las “prisas” con las que concurrieron a las elecciones en La Solana.
Desde este lunes, se abre el proceso de reflexión y análisis de cada partido tras una jornada que dejó varias certezas y no pocas incógnitas.
