viernes. 22.11.2024

La Plaza Mayor de La Solana volvió a rendir culto a las raíces más nuestras. Porque raíces son los bailes y la música más autóctona, la que solo pueden ofrecer lo que popularmente denominamos ‘coros y danzas’. La Agrupación Folklórica ‘Rosa del Azafrán’ celebró la trigésimo primera edición de su festival nacional en un ambiente multitudinario. Con la plaza a rebosar y la noche cayendo, arrancó un encuentro que reunió el folklore tradicional de La Mancha conquense, representado por el grupo Añoranzas de El Provencio, La Ribera Alta valenciana, con Algadins Grup de Danses de Algemesí, y por supuesto La Mancha montieleña con la Agrupación ‘rosa del Azafrán’.

En los prolegómenos se produjo la ceremonia ya clásica de entrega de regalos. El grupo de El Provencio trajo vino de su tierra, el grupo valenciano una figura que se llama Muixeranga, que representa las torres humanas tan típicas de las fiestas de este municipio, y los anfitriones hicieron gala de nuestras clásicas botas de vino. La alcaldesa, Luisa Márquez, pronunció unas palabras y parafraseó lo que minutos antes había dicho la presentadora: “Me ha gustado mucho la frase ‘éramos, somos y seguiremos siendo’; pues aquí tenemos la prueba de cómo vive La Solana sus tradiciones y cómo nuestros solaneros imprimen en el ADN de sus hijos el amor por lo que somos”.

El grupo Añoranzas fue el primero de actuar. Originario de El Provencio (Cuenca), apenas tiene 5 años de vida y nació para recuperar el folklore y las tradiciones de su localidad. Bailaron jotas manchegas, con coreografías propias y canciones recopiladas de su comarca. Algadins también es relativamente joven, ya que nació en 2014, y surgió de un grupo de amigos que bailaba en municipios aledaños. Bailaron piezas que representan a toda la Comunidad Valenciana, desde seguidillas hasta malagueñas, pasando por fandangos y cantos de estilo. Por último, la Agrupación Folklórica ‘Rosa del Azafrán’ interpretó piezas tan características como las torrás del golpe atrás, las seguidillas manchegas, el fandango manchego o la jota de la romería.

La Plaza Mayor derrochó tradición en el XXXI Festival Nacional de Folklore