sábado. 09.11.2024

La institución que preside el Cronista Oficial de la Villa lanzó la idea hace poco, comenzó a madurarla, y este miércoles tuvo su primera puesta en escena pública. Fue mediante una charla informativa, a la que fue invitado el alcalde y donde la ciudadanía conoció todos los detalles. Ángel Torres, patrono de la fundación y profesor de Historia, explicó el origen del propósito y planteó las preguntas de por qué, cómo, cuándo y dónde podría construirse el futuro museo etnográfico de La Solana.

Valiéndose de fotografías y un esquema muy detallado, fue desarrollando todos los movimientos que la fundación ha hecho en los últimos meses, entre ellos varios viajes a museos etnográficos de la provincia, como los de Almagro y Villarrubia de los Ojos. Ambos representan muy bien la concepción del museo que se podría montar en La Solana, ya que contienen multitud de elementos que retratan la historia de esos pueblos, desde el punto de vista de los oficios ancestrales y las tradiciones populares. A ello se podría unir la arqueología u otros recursos históricos.

La charla fue abierta por el propio Paulino Sánchez, presidente de la fundación que lleva su nombre. Se mostró ilusionado por un proyecto que hace años se llegó a plantear, sin éxito. Cree que La Solana tiene caudal suficiente para crear un gran museo etnográfico. Mencionó las hoces, las bodegas o el esparto, entre otros muchos ejemplos del patrimonio que todavía se guarda en muchos domicilios solaneros. La futura colección rescataría ese crisol para legar su conocimiento a las generaciones futuras. También como reclamo turístico.

El alcalde recogió el guante ante la invitación, nada inocente, de la fundación. Tomó la palabra para elogiar la iniciativa y reconocer la importancia de sacar del olvido tantas cosas que dibujan lo que La Solana fue, y cómo fue. Desde un primer momento se debatió sobre la posible sede del museo y todos los disparos apuntaron a la Casa de la Hojarasca, propiedad del Legado Bustillo, por su ubicación céntrica, espacio y aspecto señorial. Eulalio Díaz-Cano no ocultó que es un lugar idóneo, pero prefirió ser prudente. Dijo que poner en marcha ese edificio requiere tiempo y financiación. Aludió a distintas vías para ello, pero pidió paciencia. Entre tanto, arbitró la posibilidad de utilizar el antiguo Centro de Salud como depósito provisional de todo lo que vaya llegando.

La charla fue enriquecida por las intervenciones del público, que mostró su interés por el proyecto y defendió sin discusión. Muchos lamentaron que haya cosas irrecuperables ya, pero todos coincidieron en que aún estamos a tiempo, porque todavía se guardan infinidad de utensilios, enseres y vestigios de un pasado no tan lejano. Útiles de labranza, muebles antiguos, herramientas de oficios ancestrales, y por supuesto restos arqueológicos.

Se trata de ir recopilando material, a fin de tenerlo localizado y comenzar el arduo trabajo de registro, catalogación e inventario. Basta con ponerse en contacto con cualquier miembro de la Fundación ‘Paulino Sánchez’. Es ahora, por tanto, cuando arranca de verdad el viejo anhelo de crear un museo etnográfico en La Solana. Ya iba siendo hora.

           

Nuevo impulso al futuro museo etnográfico de La Solana