Juan de Mestanza y de Ribera nació en la localidad de Agudo en 1534, hijo de Lope de Medina y de Leonor Méndez.
Estudió leyes en la Universidad de Sevilla, estuvo en Salamanca y se licenció como abogado. Es posible que en Sevilla llegara a conocer a Miguel de Cervantes.
Se embarcó en 1555 para Perú, pero terminó quedándose en Panamá, donde ejerció como empleado de la Real Hacienda en el Puerto de Nombre de Dios. Luego marchó a Yucatán (México) en cuya ciudad de Mérida residió y ejerció el cargo de Teniente de Gobernador y Capitánn General. Finalmente pasó a residir en Guatemala como Fiscal y oidor de la Audiencia.
En tierras guatemaltecas conoció a Beatriz de Vera, viuda de Ambrosio Méndez, ex alcalde de Sonsonate, ciudad de El Salvador. Contrajo matrimonio con ella en 1568 y mejoró su posición social y sus bienes.
Junto con su esposa marcharon a El Salvador, en 1583, siendo vecino de la ya citada villa de Sonsonate. Beatriz era la hija del Presidente de la Real Audiencia, Alonso López de Cerrato
Juan de Mestanza ocuparía la Alcaldía Mayor de Sonsonate entre 1585 y 1589.
Además, por sus conocimientos en Derecho, participó en numerosas comisiones judiciales, como la que hubo de realizar en la Isla de La Trinidad en el enjuiciamiento de su Alcalde Mayor Diego de Torres.
Fueron varios años de Justicia Mayor, con muchas actuaciones y una marcada tendencia hacia la protección de los naturales, tal y como lo había sido su suegro, a quien se le ha comparado con un Bartolomé de las Casas, por su decidida actuación a favor de los indígenas.
En 1605 aparece reflejado en varios documentos en Santiago de Guatemala.
Mestanza volvió, ya muy mayor, a la península, y Cervantes se alegra de su vuelta en el “Viaje del parnaso” (1614) y se asombra de su edad:
“Llegó Juan de Mestanza, cifra y suma
de tanta erudición, donaire y gala
que no hay muerte ni edad que lo consuma,
Apolo le arrancó de Guatemala
y le trajo en su ayuda para ofensa
de la canalla, en todo extremo mala”.
La mayoría de su obra se ha perdido y sólo perdura un soneto laudatorio para la obra de Eugenio de Salazar Navegaciones del Alma, por el discurso de todas las edades del hombre. Poema alegórico, inédita.
Cervantes lo elogia sinceramente en el Canto de Calíope de La Galatea en 1585, y todavía se acordaba de él y lo elogiaba en el Viaje del Parnaso.
La calidad lírica de Juan de Mestanza fue reconocida por sus contemporáneos y hoy se le considera uno de los padres de la poesía centroamericana, junto a su amigo Baltasar de Orena y a Pedro de Liébana, sor Juana de Maldonado y los hermanos Cadena.
En 1997, a sugerencia de la Academia Salvadoreña de Historia, se propuso denominar al nuevo Centro Cultural de la Embajada de España y sede del Instituto Salvadoreño de Cultura Hispánica como Juan de Mestanza y de Ribera; el cambio posterior del proyecto a un Centro Cultural de la Cooperación Española hizo decaer la iniciativa.
FUENTE:
http://especiales.laprensagrafica.com/2011/bicentenario/poetas-cervantinos-en-sonsonate/
https://dbe.rah.es/biografias/21671/juan-de-mestanza-ribera
https://agualuzyviento.wordpress.com/2019/06/04/agudo-y-juan-de-mestanza/
