María Gómez de Santibáñez Espinosa había nacido en Madrid a mediados del siglo XVII, perteneciente a una familia originaria de Cantabria.
Era hija de nobles. Su padre era Juan Gómez de Santibáñez Cevallos, natural de San Vicente de Toranzo (Cantabria), quien trabajaba como “aposentador” (tenía a su cargo la separación de los cuartos de las personas reales y el señalamiento de sitios para las oficinas y habitación de los que deben vivir dentro de Palacio).de la Reina Isabel de Portugal, esposa del Rey Carlos I, en el Palacio Real de Madrid. Posteriormente ejerció como Secretario de la Reina Ana de Austria, esposa del Rey Felipe II.
Su madre era Felipa de Espinosa Rueda, sirvienta de la reina.
María Gómez de Santibáñez se casó en 1559 con Pedro Gómez de Quevedo, Secretario de la Reina y de la Infanta María. De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Margarita, Felipa (que se convirtió en religiosa), María (que murió muy joven) y el afamado escritor Francisco de Quevedo.
Al quedarse viuda, se reintegró en su trabajo en palacio y procuró una buena educación a sus hijos, orientando a su hijo Francisco a las letras con los mejores maestros. Quevedo, a la muerte de su madre, quedó a cargo del notario Jerónimo de Villanueva.
La muerte de María Gómez de Santibáñez se produjo hacia 1600.
La importancia de esta mujer con la provincia de Ciudad Real hay que buscarla en su relación con la localidad de la Torre de Juan Abad y su independencia, en la segunda mitad del XVI, de la villa de Villanueva de los Infantes.
Aunque la villa de la Torre de Juan Abad tenía una serie de privilegios fueron confirmados por los Reyes Católicos en 1494, y fue declarada “Libre y de Fuero Real” por estos los monarcas en 1496, dándole varias exenciones; a mediados del siglos XVI (en 1566) la localidad quedó sujeta a la jurisdicción del Partido de Infantes.
No obstante, la villa deseó y pleiteó por su independencia lo que consiguió en 1597 a cambio de una suculenta cantidad de dinero para la Hacienda Real. Es entonces cuando María Gómez de Santibáñez, viuda ya de Don Pedro de Quevedo, se subrogó con el derecho de todos los censos y tributos que debía la localidad y de esta manera la Torre de Juan Abad pudo conseguir la ansiada independencia definitiva.
El 24 de noviembre de 1598 tenemos la constancia de la entrega a la villa de la nada despreciable cantidad de 3,084.500 maravedíes, a través del préstamo hipotecario denominado censo.
Esta deuda económica que la villa adquirió se prolongó en el tiempo lo que hizo que unas décadas después (en el año 1621) el Consejo Real reconociera a Francisco de Quevedo (hijo de la ya fallecida María Gómez) como “señor de la Villa de Torre de Juan Abad”.
María Gómez de Santibáñez tenía la Torre de Juan Abad una casa que ha llegado hasta nuestros días, convertida en un gran Centro Cultural. Del antiguo caserón familiar, se decía que era “la casa más notable del pueblo”.
FUENTES:
https://los23delcampodemontiel.com/Torredejuanabad/
https://sabersabor.es/paseando-por-torre-de-juan-abad/
http://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2018/08/tierra-de-las-gentes-libres-parte.html