En una alocución donde ha sacado pecho por la evolución de los 40 años de Estatuto de Autonomía, ha hablado de cuatro décadas de "éxito conjunto, con más luces que sombras", algo que ha achacado a que "desde el primer momento" los gobernantes del PSOE han tenido claro "cuál era la prioridad".
"Bono, Barreda y yo, podemos decir que si nos dan a elegir entre los intereses del partido que nos coloca o la sociedad que nos da su confianza, lo tenemos claro. Castilla-La Mancha, siempre Castilla-La Mancha. Esta es la clave", ha asegurado.
En este punto se ha acordado de "gente que se presenta a las elecciones para cargarse las autonomías, el colmo de las contradicciones"; mientras que figuras como los expresidentes socialistas han conseguido "desterrar el odio social".
"Ese es el enorme cambio que supone estar en un partido y anteponer los intereses de la región, de tu sociedad, de tu pueblo, a todo lo demás", ha reivindicado el líder del Ejecutivo autonómico.