"Anunciaremos con suficiente antelación cada uno de los pasos que se irán dando en la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones, en cumplimiento de la ley, para que los ciudadanos estén plenamente informados". Con estas palabras ha querido tranquilizar a la ciudadanía ante la puesta en marcha de la ZBE a comienzos del próximo año.
En la habitual rueda de prensa de los lunes, Boadella ha subrayado en primer lugar que el Ayuntamiento no va a cerrar el centro al tráfico. Asimismo, ha indicado que se está trabajando actualmente en la elaboración de una ordenanza reguladora de la ZBE. Ha recordado igualmente que, tal y como se establece en los plazos señalados al contar con financiación de fondos Next Generation, se está en plazo de adjudicación y contratación del control mediante cámaras y la instalación de paneles informativas así como el sistema que gestionará la ZBE, "la ley nos obliga a que en 2023 esté en funcionamiento esta Zona de Bajas Emisiones en el centro de la ciudad, lo que no quiere decir que comiencen las prohibiciones ni las sanciones de los vehículos más contaminantes, aún no tenemos plazos fijos".
Ha reconocido que en materia de trámites con la elaboración de la ordenanza "vamos un poco justos, también debido al retraso del Gobierno en la publicación del Real Decreto regulador de estas zonas" pero en todo caso, barajan como plazo los inicios de 2023 para tener dicha ordenanza e informar de la misma al Consejo Local de Movilidad.
Mariana Boadella ha señalado que el objetivo es devolver la vida a las calles como está ocurriendo con las peatonalizaciones. En fase de proyecto están la calle Ciruela, plaza del Pilar y pasaje de Pandorga, además de calle Postas, Reyes y otras del entorno del Prado.
En referencia al anunciado parking disuasorio en la zona del Ave, la concejal de Sostenibilidad ha informado de que la Concejalía de Movilidad está redactando la propuesta, le sigue la evaluación "por lo que esperamos que dentro de seis meses podrán verse algunos avances".
