“ESTAMOS LOGRANDO QUE TODO EL QUE QUIERA VIVIR EN ESTA TIERRA PUEDA HACERLO SIN TENER QUE EMIGRAR”
Pregunta.- En 1982 tuvimos el Mundial de Fútbol, el Partido Socialista ganó las elecciones… usted era entonces un preadolescente, ¿cuál fue su primer contacto con la política?
Respuesta.- Desde muy joven me interesó siempre la Historia y de forma casi pareja la política. Viví de niño la transición, y fui uno de los muchos jóvenes ilusionados con la llegada de la Democracia a España. Me decanté por estudiar Derecho, y en cuanto tuve la edad me afilié a Juventudes Socialistas. Una vez allí, entré en política por la mejor vía posible, la política municipal, y cuando Joaquín Sánchez-Garrido ganó la alcaldía de Toledo, mi experiencia como concejal en la oposición me avaló para ser teniente de alcalde y concejal de festejos. Y de ahí fui llamado por José Bono para ejercer como consejero portavoz. No había cumplido los 25 años, y suponía una gran responsabilidad…
P.- Para Castilla-La Mancha, su Estatuto de Autonomía ha significado el espaldarazo definitivo para su modernización y progreso, ¿cómo era la Castilla-La Mancha de 1982 y cómo es la de hoy?
R.- Castilla-La Mancha nacía como una Comunidad Autónoma creada mediante un pacto político, de una enorme extensión, y con comarcas y provincias que parecían tener poco que ver. Era una región donde muchas de las noticias tenían que ver con llevar la luz, el agua corriente, el teléfono o la televisión a muchísimas poblaciones. Los escasos estudios universitarios se daban en instituciones privadas, o semipúblicas que dependían de Madrid. Los hospitales se situaban en cabeceras de provincia, pero los casos graves debían ser derivados a Madrid o a Valencia, y en muchos pueblos, los niños y niñas debían llevar su leña al colegio.
Hoy tenemos una pujante Universidad, una asistencia sanitaria de primer orden, con una cobertura del 100% en Primaria. Nuestros esfuerzos están llevando el 5G y la fibra óptica a casi toda la población, somos una potencia en energías alternativas, nuestro sector agroalimentario crece como potencia exportadora, y a pesar de las crisis, estamos logrando que todo el que quiera hacer su vida aquí pueda hacerlo sin verse forzado a emigrar. Los castellano-manchegos nos reconocemos como tales, y aunque queda trabajo por hacer, somos una Comunidad consolidada, que lucha por no ser menos que ninguna otra, sin pretender ser más.
P.- ¿Cómo ve la situación de Ciudad Real capital y su provincia dentro del conjunto regional?
R.- Creo que la provincia de Ciudad Real asume su papel como uno de los motores de la economía castellano-manchega, tanto en el terreno de la industria agroalimentaria, como en el de la investigación y desarrollo industrial. Todo ello reforzado con su papel vertebrador de las comunicaciones. Ciudad Real tira de la economía regional como potencia exportadora, y también como atractivo turístico, tanto por la calidad de su medio natural como por sus lugares históricos. Y todo ese potencial tiene que verse reflejado en su capital administrativa, Ciudad Real, ciudad a la que muchos vuelven los ojos en este Centenario de Alfonso X el Sabio. Puertollano seguirá siendo referencia en nuevas tecnologías y energías renovables, y seguimos ganando batallas a nivel europeo en defensa del vino, del aceite y del sector ganadero.
P.- Gobierno regional, Diputación y Ayuntamiento están trabajando estrechamente en ese plan de modernización 2025 de Ciudad Real, con esa ciudad administrativa, el centro de folclore, el polígono Sepes… ¿habrá algún nuevo anuncio?
R.- Creo que no es momento de anuncios, porque se está trabajando en todo lo que usted menciona. Ya he dicho que Ciudad Real debe responder como capital administrativa al reto que supone el desarrollo de la provincia, y de la propia actividad en la ciudad. Y será un referente internacional en cuanto a la cultura popular, en cuanto al modo de entender la gestión administrativa, y la manera de concebir el desarrollo industrial desde la sostenibilidad, que es clave en este momento.
P.- Es llamativo el indicador de que casi la mitad de la población de la región ha nacido después de la aprobación del Estatuto, los jóvenes son el futuro, pero ¿cómo se está trabajando para retener el talento en nuestra tierra? En este sentido, la Universidad es un baluarte importante, ¿no?
R.- Por supuesto, porque el primer paso es que no sea obligatorio salir de Castilla-La Mancha para una formación completa y competitiva. Invertimos esfuerzo y tiempo en formación profesional, con programas de formación dual con magníficos resultados, y procuramos hacer de la Enseñanza Pública un baluarte. Gratuidad de libros de texto, incremento de plantillas y programas de ayuda para la formación y el empleo. Nos desgañitamos avisando en su momento de que era un error cerrar las escuelas rurales, y hemos reabierto todas aquellas que nos han sido solicitadas. Tenemos programas de recuperación y retorno del talento que han sido ejemplo para el gobierno de la nación, y apoyamos con éxito la incorporación de jóvenes al mundo rural. Y todo ello se incrementa con la primera Ley en España contra la Despoblación, en lo que hemos vuelto a ser pioneros.
P.- El artículo 4 del Estatuto establece los mismos deberes y derechos que un madrileño, un vasco o un gallego, pero en cuestión de reparto económico, ¿existe realmente solidaridad territorial?
R.- El éxito del Estado de las Autonomías se basa en el concepto de solidaridad interterritorial, es un principio que nadie discute, salvo aquellos que pretenden beneficiarse del conjunto y olvidarse de la responsabilidad colectiva. Otra cosa es la gestión en la redistribución de la riqueza nacional. Nosotros defendemos que el índice poblacional no puede ser el determinante para el reparto, no cuesta lo mismo ofrecer asistencia primaria en una comarca de escasa población y dispersa que en el extrarradio de Madrid o Barcelona. Por eso, el reparto debe tener en cuenta aspectos como extensión, densidad de población y orografía, la responsabilidad de que todos tengamos el mismo acceso a los servicios públicos es colectiva, del Estado.
P.- La evolución sanitaria ha sido enorme, pero creo que la Sanidad le ocupa y preocupa especialmente, ¿cuál será la hoja de ruta?
R.- Estamos en ello aumentando, por ejemplo, la capacidad de nuestros hospitales como centros universitarios y con ello aumentando las plazas MIR. Mejorando la dotación técnica en equipos y formación de nuestros servicios hospitalarios, y racionalizando la intercomunicación intercentros. Tenemos una Ley, puntera, de reserva estratégica de equipos sanitarios para posibles nuevos casos de emergencia, y trabajamos en la humanización de urgencias, el mantenimiento de la asistencia primaria, con urgencias incluidas, en los pueblos más complicados. Quitamos en su día el copago farmacéutico, hay trasparencia en la gestión de las listas de espera, y aumentamos los programas de prevención de diferentes tipos de cáncer, así como las pruebas diagnósticas a los recién nacidos. Y por supuesto que los nuevos hospitales van a dar un gran servicio a la población.
P.- La igualdad ha dado pasos de gigante en 40 años de autonomía, pero uno de los aspectos preocupantes es la violencia de género o vicaria, ¿qué podemos hacer cada uno como ciudadano?
R.- La participación de la mujer en la vida pública de Castilla-La Mancha ha dado, en efecto, un paso importante. Pero debemos seguir trabajando para que la igualdad legal sea igualdad real. En cuanto a la violencia, debemos pasar a la acción con mejores y mayores medidas de prevención y educación. Y a nivel individual, tomar conciencia de que es una tarea que nos implica a todos, debemos estar atentos a los síntomas que pueden estar avisándonos de un problema a nuestro alrededor.