Vino desde Burgos a Ciudad Real con un destino provisional tras aprobar una oposición como psicólogo en la Administración General del Estado. Su idea era irse a Madrid, donde tenía su novia, pero poco a poco esa intención se fue diluyendo. Empezó a trabajar en el servicio público de empleo, antiguo Inem, donde llegó a ser director provincial, y desde 1997 ocupó el puesto de Prevención, Formación y Comunicación en la Dirección Provincial de la Seguridad Social, hasta octubre de 2020. De forma paralela, Lucilo Cuñado Alcalde creó, junto a un socio, Cereco Prevención, la primera empresa de reconocimientos médicos y psicotécnicos para permisos de conducir y licencias de Ciudad Real y de la región.
Su implicación y entusiasmo profesional pronto se extendió a ámbitos sociales, participando en proyectos del Club Rotario, fue fundador del Autoclub de Coches Clásicos y Deportivos y colaborador altruista en varias entidades como la asociación de enfermos de Alzheimer o protectoras de animales. Su dinamismo, empatía y ganas de ayudar pronto le llevaron a ser una persona muy querida en Ciudad Real, donde ya se sentía uno más, junto a su mujer Ludmila.
Su jubilación en plena pandemia Covid y su desaparición repentina en marzo de este año ha dejado a mucha gente “desolada y huérfana por no haber podido despedirse de él como dios manda”, lamenta su compañera, María Ángeles Mur. De ahí que su nombramiento como Ciudadano Ejemplar 2023 se convierta en una despedida colectiva y en un homenaje en toda regla hacia su persona.
Cerca suyo estuvo Mur, profesionalmente hablando, responsable ahora del puesto que desempeñó Cuñado en la Seguridad Social, “él ha sido mi maestro, mi compañero y mi amigo; en la Seguridad Social era una persona muy querida y no pudimos hacerle una fiesta de jubilación por el covid ni decirle adiós con su inesperada muerte hace unos meses”. De ahí que impulsara la candidatura de Cuñado a Ciudadano Ejemplar 2023, una propuesta que pronto fue secundada por la propia Seguridad Social, Cereco y el resto de colectivos sociales en los que ha estado involucrado, “ha sido fácil recabar los apoyos necesarios, dejó buena huella en todos los sitios donde trabajó o colaboró, era una causa colectiva pendiente”.
En el 'alegato' que Mur defenderá en el antiguo casino el 14 de agosto a las 19,30 horas, subrayará el carácter tenaz, comprometido y apasionado de Lucilo en su trabajo, además de gran dinamizador de empleo. Y en lo personal, recalcará su carácter entusiasta, optimista, perseverante, con ganas de vivir, de aprender, de tener interés por la vida, por los demás, “era un hombre muy renacentista, inquieto, multidisciplinar, amante del aprendizaje, gran comunicador; en definitiva, una persona muy especial que ha dejado un legado en nuestra ciudad y es justo merecedor de este reconocimiento; ojalá que cunda su ejemplo”, remata.
Entre los logros destacados por Mur de este burgalés, ciudadrealeño de adopción, está el Centro de Formación de Empleo que elevó a la categoría nacional en enología, también fue un referente en el ámbito de la prevención laboral, entre otros.