Un total de 299 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de Castilla-La Mancha afrontan estos días el comienzo del curso escolar con el apoyo de los equipos de atención educativa de la ONCE, que garantizan su inclusión educativa y social.
La ONCE impulsa el modelo de educación inclusiva, por ello prácticamente la totalidad de los 7.153 alumnos y alumnas ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días en toda España lo hacen en centros ordinarios. De esta forma, el alumnado sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual.
Estos equipos específicos de atención educativa cuentan con maestros y maestras, tanto de la ONCE como de la Administración, especializados en discapacidad visual, que acuden a los centros educativos en los que se escolariza un alumno o alumna ciego o con baja visión para prestar su apoyo. Asimismo, forman a la comunidad educativa en materia de discapacidad visual, asesoran al profesorado e intervienen directamente con los estudiantes en aspectos vinculados a su discapacidad. En la actualidad hay más de 400 de estos profesionales repartidos en todas las comunidades autónomas, de ellos 19 en Castilla-La Mancha.
Además de por los docentes, los equipos específicos de atención educativa de la ONCE están formados por psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera, profesionales que contribuyen al desarrollo integral y la plena inclusión del alumnado desde un planteamiento multidisciplinar. Estos equipos trabajan tanto con los estudiantes como con sus familias, un pilar clave en la educación.
Áreas de especial dificultad
Uno de los principales ámbitos de intervención de la ONCE en materia de educación es el apoyo en las áreas curriculares de especial dificultad. Se trata de materias que, por la dificultad que implica el acceso a sus contenidos o a sus recursos didácticos, deben ser abordadas de manera específica. Entre estas áreas destaca el aprendizaje de idiomas, cuya dificultad más evidente para los estudiantes con discapacidad visual es su carácter eminentemente visual (apoyo en ilustraciones, etc.). Esto implica la puesta en marcha de mecanismos como verbalizar todo lo que está ocurriendo y que llega por vía visual o generar materiales adaptados para que el alumnado pueda seguir las clases con normalidad. Además, la diferencia entre la pronunciación oral y la presentación gráfica de las palabras así como la signografía braille específica en algunas de las lenguas son otras de las características que deben ser abordadas.
Red de especialistas
La ONCE cuenta con especialistas en el área de idiomas, en concreto en inglés, francés y lenguas clásicas, docentes con una dilatada trayectoria pedagógica en estas materias y cuyas funciones son las de dar formación y asesorar a otros profesionales tanto de la ONCE como de la comunidad educativa en las necesidades específicas del alumnado, dar apoyo a este alumnado y colaborar con entidades externas a la ONCE para que conozcan e implementen programas de idiomas basados en la accesibilidad universal.
La acción más intensiva que lleva a cabo la ONCE en esta área son los programas de perfeccionamiento de idiomas (inglés y francés) que se desarrollan en verano, tanto en España como en el extranjero, destinados a alumnado con edades comprendidas entre 8 y 22 años. Este verano de 2024 han participado un total de 125 alumnos, de los cuales 120 son españoles y cinco proceden de otros países de la Unión Europea.
Por otro lado, con respecto a la colaboración con entidades externas, la ONCE y el British Council han firmado en los últimos años un convenio destinado a mejorar el acceso al aprendizaje de idiomas por parte de las personas con ceguera y deficiencia visual grave que quieran estudiar en esta entidad.
Según Ana Llauradó, jefa del Departamento de Atención Educativa de la ONCE, “el aprendizaje de una segunda o tercera lengua es imprescindible dado el impacto que supone en el desarrollo educativo y profesional, y por tanto desde el Departamento de Atención Educativa de la ONCE debemos poner en marcha todos los recursos a nuestro alcance para proporcionar al alumnado con ceguera o deficiencia visual grave las estrategias de intervención que les permitan la formación más completa posible en esta área”.
Tramos educativos
Durante este curso 2024/2025, los 299 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual de Castilla-La Mancha se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 30 escolares participan en la Educación Infantil; 77 están escolarizados en Educación Primaria; 55 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 9 cursan Bachillerato; 22 se enfrentan a la Universidad; y 106 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
Por provincias, Toledo cuenta con 109 estudiantes, Ciudad Real con 78, Albacete con 56, Cuenca con 29 y Guadalajara con 27.
Por comunidades autónomas, el resto del censo se distribuye así: Andalucía, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, 1.733 estudiantes; Aragón, 199; Asturias: 137; Islas Baleares, 251; Canarias, 251; Cantabria, 66; Castilla y León, 353; Cataluña, 1.162; Extremadura, 150; Galicia, 321; La Rioja, 35; Comunidad de Madrid, 1.057; Región de Murcia, 310; Comunidad Foral de Navarra, 93; País Vasco, 137; y Comunidad Valenciana, 707.