Isabel Valdés, periodista de El País y natural de Calzada de Calatrava, ha recogido este miércoles un premio por su defensa en los derechos de la mujer en el acto institucional que organiza el Gobierno de Castilla-La Mancha y que reconoce su trabajo en la lucha por la igualdad. Este 2023 y sus inminentes citas electorales, ha afirmado, van a suponer un punto de inflexión en cuanto a feminismo se refiere para cada partido político, pues para Valdés "la batalla se ha vuelto más política que legislativa y ejecutiva".
Se ha cumplido un año desde que Valdés asumió la corresponsalía de género del periódico, pionero en incluir la perspectiva de género de forma "transversal" a todas las secciones. Es esa apuesta la que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha tomado como referente: "arriesgarse a que la dirección de un medio de comunicación decida que el feminismo sea la forma de trabajar para sus redactores, más allá de un capítulo más del diario".
La actualidad y el devenir del mundo exigen al feminismo mucho más que un departamento dentro de un periódico, le exigen que atraviese al medio en todos sus artículos y reportajes, a juicio de la periodista. "El feminismo no debe ser un nicho que encaje en una sección, sino una cosa transversal que lo atraviese todo", explica la corresponsal en una entrevista a Europa Press.
El nuevo reportero debe implantar esta mirada en su trabajo, independientemente de la sección a la que pertenezca. Bajo esta idea, Isabel Valdés reconoce haber avanzado "tremendamente" desde la mayor revolución feminista que ha visto la historia de este país en 2016, a raíz del juicio de la violación múltiple en Pamplona y de la función de los medios con perspectiva de género que actúan como arrastre sobre periódicos nacientes y jóvenes periodistas.
En su libro 'Violadas o muertas' realiza una breve radiografía del estado de desigualdad de género en España y el proceso de los medios de comunicación y la sociedad española para asumir esos cambios. Además, parte de la base de que "siempre hay un posicionamiento político frente a los problemas sociales" y que "detrás de cualquier ley social, pero sobre todo feminista, hay cuestiones de interés político".
CONTRA EL MACHISMO: EDUCACIÓN Y LEYES
El trabajo no reside únicamente en la perspectiva que adopten los medios en su cobertura informativa, pues la periodista ha dejado claro que la educación mantiene un papel "vital a la hora de formar a los niños y niñas que están creciendo ahora", al igual que la función de las leyes, que más allá de legislar, "dan conciencia de cómo percibe un país una cuestión como es la violencia sexual".
El ejemplo que reciben los jóvenes en casa y la educación no formal como aquella impartida en actividades extraescolares, clases de idiomas, actos culturales, música en tendencia, cine que vemos; deben aceptar la tarea, ya no sólo de contar historias feministas, sino de plantear y valorar quién las hace, la voz que las cuenta y desde qué mirada se realizan. Es el cómputo del "todo importa", explica Valdés.
Y bajo todas estas indicaciones que aportan esperanza sobre el futuro más lejano, Isabel Valdés también incide en que "el feminismo a corto plazo no ha funcionado nunca". La corresponsabilidad o la conciliación con los horarios laborales que a priori parecen aspectos ajenos al feminismo, pero que asegura "no lo son", es el camino que la política debe regular y por el que se debe guiar actualmente.
"QUIERO NO HACER FALTA"
En cuanto al feminismo en el periodismo, la escritora asegura que además de crear nuevas corresponsalías, que no editoras de género, hace falta un compromiso por parte de la empresa privada que apueste por promover estas iniciativas.
"Soy periodista, no opinadora, me limito a recoger, interpretar y a dar información", afirma desde su puesto en la redacción de El País. Sobre su trabajo, para Isabel Valdés el objetivo es que dentro de diez años su oficio como corresponsal de género no exista y que la perspectiva de género que ahora ella aporta desde su escritorio esté tan inserta en la mente y el día a día de los españoles que no haga falta una ocupación específica.
Su implicación en la batalla por la igualdad, su enfoque de los crímenes machistas, trabajos de investigación, entrevistas y visibilización de las mujeres, viniendo de un pequeño pueblo como es Calzada de Calatrava, han sido la base del premio que ha recibido la representante ciudadrealeña en un acto, que espera "acaben en un futuro, porque no haga falta reflejar cómo de ocultos permanecen estos trabajos".