La Diputación Provincial de Ciudad Real ha acogido este lunes el acto institucional en el que las administraciones local, provincial, regional y central han conmemorado conjuntamente el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En las primeras filas, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, acompañado del alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares; la delegada de la Junta, Blanca Fernández; el subdelegado del Gobierno, David Broceño; los vicepresidentes de la Diputación Milagros Calahorra, Sonia González, Adrián González y María Jesús Pelayo; y el portavoz del PSOE en la Diputación, José Manuel Bolaños, junto a otros diputadas y diputados provinciales, y varios concejales de Ciudad Real como la de Igualdad, María José Escobedo. Además de representantes del Congreso y Senado en la provincia como la senadora Pilar Zamora, y los diputados Carmen Fúnez y Enrique Belda; de la Judicatura, como la presidenta de la Audiencia, María Jesús Alarcón; o el fiscal jefe, Miguel Ángel Carballo; el presidente de ATA CLM, Miguel Ángel Rivero; el presidente de AJE, David Ballesteros; representantes de Fecir; el subdelegado de Defensa, Juan del Hierro Rodríguez, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de los sindicatos, de colectivos del tercer sector, entre otros.
Ha comenzado el acto con un minuto de silencio en recuerdo de las 41 mujeres asesinadas a manos de su pareja en lo que va de 2024, una de ellas en Aldea del Rey, y de los 24 niños huérfanos. Desde 2003, se han registrado 1.249 mujeres asesinadas en nuestro país.
El acto institucional ha alcanzado uno de sus momentos más emotivos con la representación del monólogo “Ferocidad”, interpretado magistralmente por Elena Mora Talavera, y la gran actuación de Coral Martín y al violín Andrés Fernández de Meda en la interpretación de “Puerta Violeta”, de Rozalén; “Ni una más”, de Aitana, y “Que nadie calle tu verdad”, de Manuel Carrasco.
"Esta lacra nos exige lo mejor de cada uno de nosotros"
Actuando de portavoz, el presidente provincial, Miguel Ángel Valverde, ha reafirmado el absoluto compromiso de la institución provincial en la construcción de una plena igualdad entre hombres y mujeres, "la lucha contra la violencia hacia la mujer es una lucha de todos sin excepción, administraciones, partidos políticos, sindicatos, entidades del tercer sector...". Y no ha dudado en pedir a la sociedad una mayor implicación que ha de acrecentarse más, si cabe, en el caso de los responsables políticos, a quienes ha pedido comportamientos edificantes tanto en público como en privado.
“Nos reunimos hoy en el Palacio Provincial con motivo de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, todos unidos en torno a una causa que nos exige lo mejor de cada uno de nosotros”, ha comenzado diciendo Valverde. Ha destacado que esta jornada invita a reflexionar y a renovar el compromiso colectivo para erradicar una realidad que ha calificado de “dolorosa y persistente”.
Ha añadido que estas cifras no reflejan toda la magnitud del problema: “No son solo ellas. Son también las miles de mujeres que viven con miedo, atemorizadas, bajo órdenes de alejamiento y con la vigilancia constante de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”. En este punto, Valverde ha expresado su reconocimiento a estos profesionales, agradeciendo su “dedicación, esfuerzo y profesionalidad” y también ha puesto especial énfasis en que su labor es clave para prevenir tragedias.
Declaración institucional de la FEMPEl acto institucional con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer ha comenzado con unas palabras de María Antonia Álvaro, diputada provincial de Igualdad, quien ha subrayado la trascendencia de esta jornada como un compromiso colectivo. “Hoy nos reunimos en este acto institucional con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada que más que una fecha en el calendario, es un compromiso compartido”, ha afirmado en su intervención inicial.
Álvaro ha destacado que la violencia contra las mujeres y niñas “no solo es intolerable, sino que es un problema estructural que persiste en todos los ámbitos de nuestra sociedad” y ha insistido en la responsabilidad compartida de erradicar este mal, que afecta de manera tan profunda a las víctimas y a la sociedad en su conjunto. Aunque ha reconocido los avances legislativos y de protección conseguidos en España, ha señalado que aún queda “mucho camino por recorrer hasta que logremos una igualdad real y efectiva”.
En el marco de este mensaje, Álvaro ha procedido a dar lectura a la declaración institucional elaborada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a la que se han adherido numerosas administraciones locales, reafirmando su rechazo a la violencia contra la mujer y el compromiso en la construcción de una sociedad más igualitaria y libre de discriminación.
La Declaración Institucional comienza recordando que la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema estructural y global, y que su erradicación “nos corresponde a toda la sociedad como parte de un esfuerzo colectivo para transformar las estructuras que perpetúan el machismo y la desigualdad”.
La declaración de expone con crudeza las múltiples formas que adopta esta violencia, desde los asesinatos de mujeres –más de 1.279 víctimas desde 2003 y 40 en lo que va de 2024–, hasta otras formas cotidianas y menos visibles, como la violencia económica, la violencia digital o la trata de mujeres y niñas. “No podemos ignorar las violencias cotidianas ni las formas extremas que se agravan en contextos de guerra y conflicto armado”, ha señalado el texto, recordando la situación de mujeres en Afganistán, donde los derechos femeninos han sido gravemente restringidos.
La FEMP también pone en valor el reciente avance europeo con la aprobación de la Directiva 2024/1385 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la lucha contra la violencia de género, calificándola como “un hito en la protección de los derechos de las mujeres”. En este sentido, ha instado al Gobierno de España a trasponer cuanto antes esta normativa al ámbito jurídico nacional para garantizar una protección integral de las víctimas.
En la parte final de la declaración, la FEMP hace un llamamiento a todas las Entidades Locales para que redoblen sus esfuerzos en la lucha contra esta lacra, mejorando la coordinación institucional, ofreciendo una respuesta integral a las víctimas y denunciando todas las formas de violencia contra la mujer, para que “el silencio y la complicidad no tengan cabida en nuestra sociedad”.
Una flor por cada mujer y por cada niño
El acto institucional ha alcanzado uno de sus momentos más emotivos con la representación del monólogo “Ferocidad”, interpretado magistralmente por Elena Mora Talavera. La actuación ha conmovido a los asistentes, porque esta joven intérprete ha sabido trasmitir la devastación que siente la mujer víctima de violencia de género. Más allá de las palabras, el monólogo ha encendido una llama de empatía y reflexión en el público, ya que ha quedado patente la triste realidad de muchas mujeres que viven atrapadas en el miedo y el control.
La representación ha permitido a los presentes ponerse en la piel de quienes enfrentan cada día una existencia marcada por la violencia, la anulación y la desesperanza. Como ha señalado la vicepresidenta segunda de la Diputación, Sonia González, en su intervención posterior, “este monólogo no solo interpela nuestras emociones, sino que nos obliga a reflexionar sobre la urgencia de nuestras acciones como sociedad”.
El impacto emocional del monólogo ha sido acompañado por la interpretación de tres piezas musicales que han resonado con fuerza en el Palacio de la Diputación. Cada una de ellas ha aportado un mensaje único, complementando la narrativa de denuncia y condena.
“Puerta Violeta”, de Rozalén, ha sido descrita por González como “un grito de esperanza, un himno que simboliza el renacer de las mujeres que logran liberarse de la violencia”. La vicepresidenta segunda ha destacado cómo la imagen de una puerta violeta en la pared representa la salida del horror y el camino hacia la libertad.
A continuación, “Ni una más”, de Aitana, ha confrontado al público con la indignación y la rabia contenida ante cada vida arrebatada. Según González, esta canción es “un llamado a no mirar hacia otro lado, a no quedarnos impasibles ante la pérdida irreparable de tantas mujeres”.
Finalmente, “Que nadie calle tu verdad”, de Manuel Carrasco, ha puesto voz a quienes aún no pueden hablar, a quienes necesitan del apoyo de la sociedad para romper el silencio. González ha señalado que esta canción es “un recordatorio poderoso de que, como sociedad, tenemos la responsabilidad de escuchar y proteger”. Las tres piezas han sido interpretadas por Coral Martín y Andrés Fernández de Meda.
El simbolismo también ha estado presente en la ornamentación floral del acto, diseñada como un homenaje a las víctimas de la violencia de género y sus hijos. González ha explicado que el ramo principal, colocado bajo la pantalla, contenía tantas rosas malvas como mujeres asesinadas este año a manos de sus maridos, parejas o exparejas. “Cada rosa representa cada vida perdida y cada ausencia irreparable”, ha dicho.
A los pies del atril, un ramo más pequeño ha sido dedicado a los niños y niñas víctimas de la violencia vicaria. “Una flor por cada rostro inocente que ya no está con nosotros y que nos llama a no olvidar”, ha señalado González antes de verbalizar la importancia que tiene recordar también a los menores que han perdido la vida como consecuencia de esta lacra social.
En su intervención, Sonia González ha puesto énfasis en que este acto no solo busca conmemorar, sino también renovar el compromiso colectivo para erradicar la violencia de género. “Un compromiso firme y compartido para que, desde nuestras instituciones y desde el conjunto de la sociedad, sigamos luchando por erradicar este tipo de violencia que no debería tener cabida en nuestro tiempo”, ha comentado.