Pregunta.- ¿Cuál es la radiografía de la alergia en la actualidad?
Respuesta.- En España existen más de 8 millones de alérgicos. Se va a celebrar el 40 aniversario de la Red de Aerobiología Clínica, hemos conseguido una información nacional muy puntual de todas las provincias y las CCAA, para que los pacientes conozcan el riesgo de la alergia a pólenes, a hongos… Durante una etapa, fui presidente de este comité de aerobiología, y tuve como objetivo ampliar de 20 a 54 los puntos informativos, para conseguir un seguimiento fiable, con actualizaciones semanales a lo largo de todo el año, y diarias durante la etapa alérgica.
P.- ¿Es difícil que una persona alérgica no sepa que lo es con toda la información y divulgación existentes?
R.- Cuando llegué a Ciudad Real tenía que explicar lo que eran las gramíneas, qué plantas eran, qué polinización tenían y el riesgo que presentaban. Ahora, gracias a la divulgación, todas las personas conocen los distintos alérgenos, las gramíneas, el olivo, la salsola durante el verano, o los hongos alternaria.
Antes, a nivel clínico, las alergias respiratorias se veían en edades jóvenes, de 10 a 30 años, en los meses de mayo y junio, sólo en la época de primavera. Sin embargo, ahora hemos comprobado que además de haber aumentado los alérgicos, se han incrementado las sustancias que provocan alergia, como los pólenes de verano, la salsola, malezas de los caminos cerca de cultivos de melón o viñedos, que se prolongan hasta noviembre o diciembre producto del cambio climático, y ya en enero-febrero tenemos las arizónicas, setos de jardín, con lo cual lo que era una alergia estacional se convierte en una alergia perenne. Además, la alergia puede empezar a los 40-50 años o incluso más tardías sobre todo por el polen de los setos de arizónicas, pero cada edad también tiene su alergia.
Para las personas que padecen la alergia de invierno, que es más insidiosa, con más picor, estornudos, bloqueo nasal, pueden pensar que están acatarrados, resfriados, pero es fácil de distinguir, un resfriado dura una semana o diez días pero la alergia dura varias semanas, además, oscila de momentos bajos y álgidos según la cantidad de polen, hay que distinguirlo bien porque el tratamiento es diferente, si es un catarro paracetamol sintomático, si es una alergia antihistamínico o corticoides tópico nasal. Es conveniente ese estudio alergológico si tienen síntomas persistentes.
P.- El componente genético y el cambio climático, ¿está provocando ese aumento de personas alérgicas?
R.- Sí, el componente genético es claro, cada vez hay más personas alérgicas, es lógico por la participación genética en la enfermedad, si ninguno de los miembros de la pareja es alérgico el riesgo es de un 20%; si uno de la pareja lo es, el riesgo sube al 40% y si son los dos, el riesgo es del 60%, es decir, más de la mitad de los hijos pueden tener alergia.
En octubre impartiré la sesión inaugural del congreso nacional de alergia, uno de los trabajos que presentaré versa sobre asma, polen y contaminación atmosférica, ha sido una línea de trabajo desarrollada durante los últimos 25 años.
El cambio climático, sobre todo la contaminación, es la línea de investigación nuestra iniciada hace 25 años, hemos tenido unos resultados muy claros, analizando la evolución de pacientes asmáticos de Madrid y Ciudad Real, de alta y baja contaminación urbana. Los valores de dióxido de hidrógeno de Madrid triplican los de Ciudad Real, es un buen modelo para comparar la evolución de pacientes asmáticos, ya que comprobamos que los pacientes de Madrid requerían más medicación y presentaban más síntomas que los de Ciudad Real.
Cuando entramos a nivel inmunológico a analizar la respuesta bronquial de estos pacientes, comprobamos que los linfocitos citotóxicos, las células marcadoras de respuesta inflamatoria, eran significativamente mayores en Madrid que en Ciudad Real. Un efecto curioso ha sido que, al someter muestras de pacientes de Ciudad Real al polen de Madrid, ha resultado que los de Ciudad Real respondían con mayor intensidad al polen contaminado que los de Madrid, es como si la contaminación les habituara a tener esa respuesta.
El polen de las zonas contaminadas no es un participante pasivo en la respuesta alérgica, lleva sustancias tóxicas que irritan el bronquio y aumentan la respuesta asmática
Asimismo, es importante advertir que la contaminación también afecta a las plantas, sufren estrés y ese estrés las modifica, son más alergénicas, esos pólenes llevan sustancias oxidativas en su superficie que provocan estrés oxidativo e inflamación en la persona asmática. Es decir, el polen de las zonas contaminadas no es un participante pasivo en la respuesta alérgica, el polen lleva sustancias oxidativas, tóxicas que irritan el bronquio y aumentan la respuesta asmática, es una de las aportaciones que hemos hecho con el análisis fisiológico de gramíneas en Ciudad Real y en Madrid.
En cuanto a la genética en las plantas, hemos descrito por primera vez cómo las gramíneas sometidas a contaminación urbana expresan genes de sustancias como son LTP y taumatina, sobre todo la proteína LTP, que explica la relación de alergia a pólenes y alergia a alimentos vegetales, como frutos secos, lechuga, frutas; es decir, pólenes y vegetales tienen la misma procedencia y comparten proteínas y eso es lo que estamos viendo ahora. La alergia al polen no ha aumentado en los últimos años pero sí la alergia a sustancias vegetales, y se debe a las proteínas que comparten los pólenes y este tipo de alimentos, con reacciones muy graves en frutos secos, legumbres y frutas que dan lugar a veces a reacciones anafilácticas, y pone incluso en riesgo la vida del paciente.
En definitiva, la alergia no sólo ha aumentado en prevalencia, en número de personas afectadas; sino en intensidad. Así, vemos niños alérgicos a huevo, a la leche, a los frutos secos, y adultos alérgicos a mariscos, legumbres, a medicamentos, cada vez vemos más alergia y las reacciones alérgicas frecuentemente tienen una mayor gravedad.
P.- ¿Se puede prevenir la alergia?
R.- La alergia es una predisposición genética. Cuando te expones de forma repetida a esas sustancias, tu organismo desarrolla la alergia que estabas predestinado a padecer, si no tienes contacto, no la desarrollas. Un ejemplo, personas del norte peninsular vienen a vivir a Ciudad Real, lo hemos visto en algunos pacientes. Durante los primeros tres años no desarrollan nada, pero en el cuarto empiezan a tener alergia respiratoria con rinitis y asma. Esas personas tenían la predisposición a desarrollar alergia al polen de olivo, pero nunca habían tenido contacto hasta vivir en plena Mancha, con olivares, y empezar a desarrollar a los 4 o años esa alergia y sus síntomas.
La alergia, una vez diagnosticada, se puede curar. Si eres alérgico al marisco no lo tomas, estás curado; si eres alérgico a la penicilina y sus alternativas, no la tomas y estás curado. Actualmente, se ha avanzado en el tratamiento de alergias alimentarias (leche, huevo) en niños, en algunos casos puede ser una alergia para siempre, pero en el 60-70% adquiere una tolerancia natural, con cura a los 5 años. Se ha conseguido lo mismo que con la vacuna al polen, cuando es un alimento, empezamos con dosis ínfimas que no provoquen alergia, vamos eliminando esa alergia, hasta dosis habituales de huevo o leche, y esa alergia se cura. Lo mismo sucede con personas alérgicas a picaduras de abejas o avispas, tienen una reacción muy grave de anafilaxia, con dificultad respiratoria, mareos, pérdida de consciencia que pone en riesgo su vida; con vacunas específicas conseguimos que esa alergia desaparezca en el 95% de los casos. La alergia va dando respuesta a las nuevas sensibilidades y a los nuevos cuadros clínicos que van apareciendo.
Antes se inoculaban vacunas completas del polen, ahora sabemos qué proteínas son alergénicas, por lo que sabemos del éxito de la vacuna en el minuto 1
P.- A lo largo de su ejercicio profesional, ¿cómo ha sido la evolución de tratamientos y vacunas?
R.- Hemos avanzado en el diagnóstico molecular, diagnóstico de precisión. (Se pone a escribir en la pizarra) Si tienes alergia al polen, tienes alergia a proteínas concretas del polen. Antes se inoculaban vacunas completas del polen, ahora sabemos qué proteínas son alergénicas, por lo que si es alérgico a estas proteínas le vacunamos y si no, no le vacunamos, y sabemos del éxito de la vacuna en el minuto 1, no tenemos que esperar a su respuesta.
Algunas proteínas están en el polen y alimentos vegetales, estas proteínas son las que comparten y pueden producir anafilaxia. Es la evolución natural, si no tratas la alergia al polen puede aparecer la alergia a alimentos vegetales, no es que seas alérgico a varios alimentos sino que la proteína puede estar presente en el melocotón, en la uva, zanahoria, lechuga, pero no siempre es la misma, puede desarrollar la alergia conforme se vaya desarrollando tu alergia al polen.
P.- ¿Y este avance de las proteínas, cuándo se ha descubierto?
R.- Es reciente. Es un diagnóstico molecular que permite conocer qué proteínas están relacionadas con la alergia de la persona que tienen esas reacciones tanto de anafilaxia como en el polen, y permite identificar esas moléculas, hacer un diagnóstico personalizado y un tratamiento específico. Es a lo que se tiende ahora, al diagnóstico de precisión. Ya no es el polen, no es el alimento, sino la molécula de ese alimento que está provocando la alergia.
En este tipo de proteínas, algunas son muy estables, resistentes a las enzimas digestivas, y dan lugar a reacciones muy graves: hay otras más inestables, que se modifican o destruyen con las enzimas de la cavidad oral evitando síntomas sistémicos, puede simplemente picar la boca; hay pacientes que dicen que les pica la sandía, el melón, con la digestión se destruye la proteína y no sigue afectando. Vamos a una medicina de precisión, más exacta y ese diagnóstico molecular permite un tratamiento específico.
Hay tratamientos biológicos que actúan sobre las células que provocan la inflamación del bronquio. Es la gran innovación en el tratamiento del asma con resultados espectaculares
Hay otro aspecto importante que he visto en algunos enfermos de asma en edades jóvenes. Si ese bronquio año tras año se va reactivando (el asma está antes que la alergia), ese asma no solo se vuelve reactivo al polen, sino que el cambio de temperatura, la humedad, los esfuerzos, resfriados, factores emocionales, lo van empeorando, hace que el asma estacional de mayo-junio con el paso del tiempo pueda tener una evolución mala, persistente, incluso de asma grave. Actualmente hay tratamientos biológicos que van a actuar sobre las células eosinofílicas, que es la inflamación del asma, del bronquio. El asma grave, producido por el infiltrado de esos eosinófilos, al actuar directamente sobre esas células y sus mediadores, se consigue curar y tratar, sobre todo sin los efectos secundarios de los corticoides. Es la gran innovación en el tratamiento del asma con resultados espectaculares.
P.- ¿El asma es antes que la alergia?
R.- Tú eres asmático y uno de los efectos es la alergia. Con el esfuerzo ventilas mas rápido, el asma por ejercicio es el más frecuente. El 12% de los atletas olímpicos tienen asma de esfuerzo, el tratamiento es hacer una inhalación de un broncodilatador y eso le protege. Muchas veces el asma pasa inadvertido, pero con un tratamiento específico se puede llevar perfectamente.
P.- Usted es de Haría, Lanzarote, ¿siempre ha tenido muy presente su tierra?
R.- Sí, soy en concreto de Mala, una aldea de Haría.
P.- Se vino a estudiar a Sevilla con becas-salario…
R.- Estaba trabajando en los últimos cursos de bachiller, con esas becas-salario trataba que el aporte familiar se mantuviera durante los estudios, constaban del salario mínimo junto con tus gastos de estudio. En la primera convocatoria de becas-salario hubo 300 becas a nivel nacional y una de ellas fue la que me permitió venirme a Sevilla y estudiar Medicina, luego la mantuve lógicamente hasta el final de la carrera.
P.- ¿Por qué decidió especializarse en Alergología?
R.- Aquí influyen siempre los maestros. El profesor Conde era un apasionado de la alergia y me lo transmitió. En Medicina, cuando conoces y profundizas en una especialidad, te apetece seguir estudiando e investigando más. Puedo decir que soy un afortunado, siempre me ha gustado y he disfrutado mucho con mi profesión. Ahora, después de 42 años, he visto a pacientes de tres generaciones, a los abuelos, a los padres y a los nietos, y esa relación médico-enfermo se convierte casi en una relación de amistad. He disfrutado mucho durante mi profesión. Ha sido un placer.
Además, he tenido la oportunidad de estar en la Facultad de Medicina de Ciudad Real desde el comienzo de los cursos clínicos, primero como coordinador de tercer curso, luego coordinador rotatorio, y como vicedecano clínico. He dedicado gustosamente mucho tiempo a este centro universitario, a sabiendas de que era la gran oportunidad de convertir el hospital en universitario. Fui el primer clínico acreditado como profesor titular en esta facultad, algo que me emocionó, me han seguido los doctores Luis Beato, Javier Redondo... Creo que se están obtenido unos resultados excelentes en la formación de estudiantes, incluso más que el MIR; la satisfacción de alumnos indica que las cosas se están haciendo muy bien, el futuro es muy prometedor. Cuando tengamos la facultad junto al hospital hará que clínicos y alumnos seamos uno, lo mismo. En Sevilla las aulas estaban dentro del hospital, no había transición entre facultad y hospital, éramos todos lo mismo, ése es el camino.
P.- La profesión médica en general era aplaudida en pandemia y ahora se está reivindicando salarios, ¿cuál va a ser en su opinión el futuro del profesional médico?
R.- Se está produciendo un desequilibrio entre los alumnos que salen y las necesidades de médicos. Es algo previsible. Hace 30 años se generalizaron las especialidades médicas, la formación MIR, eso ha llevado a un desajuste entre lo que sale y lo que demanda el mercado. A nivel personal desde punto de vista hospitalario estoy muy satisfecho del cariño mostrado por pacientes, he disfrutado mucho con la gente, a fin de cuentas nuestro trabajo trata de hacer feliz a las personas. Pero el problema de cómo gestionar la sanidad es más bien político. A mi juicio, hay un tema pendiente, la atención primaria, piedra angular del sistema sanitario. Su buen funcionamiento es prioritario, y creo que se ha descuidado, cuando me hablan de listas de pacientes, había que descargar parte de ese trabajo administrativo y escuchar al paciente para que esas demandas sean atendidas.
Cuando un sistema no funciona bien en un escalón, lleva a la insatisfacción del usuario, si le añadimos el clima social de crispación, que no compartimos, deriva en una primera línea de salud con conductas agresivas por parte de pacientes.
En materia reivindicativa, no es tanto el salario como la carrera profesional, lo que cualquiera pediría en cualquier trabajo, una estabilidad, sin contratos de días o una inseguridad laboral que derive en la no elección de especialidades médicas como la medicina familiar, y si el problema no se resuelve se cronifica.
La implantación de la alergia en la provincia fue a raíz de un curso de atención continuada en Atención Primaria, con una mejor formación, gracias al doctor Ojeda, médico de Albaladejo. Ese apoyo permitió esa relación estrecha con el paciente.
P.- El doctor Feo Brito, ¿hasta cuándo seguirá en su consulta privada y en la Facultad?
R.- Estaré más en la Facultad que en consulta, ésta sólo para familia y amigos. En la universidad hemos desarrollado una línea de investigación con diferentes procesos. Primero comenzamos un estudio de contaminación de asma en Puertollano y Ciudad Real; la compañera de Puertollano, la doctora Pilar Mur, indicó que sus pacientes estaban peor que los de Ciudad real, con una mayor descompensación clínica, más síntomas y medicación, como consecuencia de la contaminación industrial de Puertollano. Hemos continuado con la contaminación urbana de Madrid, con mayor relevancia cada vez, y con estudios demostrados a nivel de pacientes y plantas, con esas proteínas descritas en la alergias a pólenes de gramíneas y zonas contaminadas. Este año ha habido tanta sequía que no ha sido suficiente las muestras de polen recogidas por la escasez de gramíneas.
Ahora participo como colaborador en un nuevo proyecto en el instituto de investigación de Alicante, estamos tratando de analizar la relevancia clínica, en qué medida los pacientes se ven afectados por la presencia de estas proteínas en los pólenes contaminados, es un proyecto para 3 años. Sigo trabajando, asesorando y apoyando en segundo término la experiencia de la línea de investigación desarrollada durante 25 años.
En la Facultad, el próximo curso seguiré como profesor honorífico impartiendo contenidos de alergia. Conocimientos que se vienen impartiendo desde que yo entré, hace 10 años, pues le transmití al entonces decano, Emilio Feliú, la importancia de que los futuros médicos tuvieran conocimiento de alergias, mediante talleres, seminarios o prácticas clínicas, ya que en Atención Primaria, uno de cada 3 pacientes está relacionado con esta área, como rinitis, picores, urticarias, asma, ronchas, alergia a alimentos, etc. También participo en la academia de medicina, en la academia europea de asma, dirijo tesis doctorales...
Con la red de investigación aerobiológica, he aprendido que se necesitan grupos básicos y clínicos; la confluencia y coordinación de ambos permiten una investigación de calidad
Afortunadamente ahora llego a todo, hubo una etapa en la que no. Los grandes sacrificados de todo han sido mi mujer, mis tres hijas, mis tres nietos, por eso la jubilación no la entiendo con grandes planes ni grandes proyectos, volveré en septiembre a mi Lanzarote, todo lo que me gusta lo voy disfrutando más, mi gran deuda ha sido siempre con la familia. Mi mujer no ha estado detrás, sino al lado. Ella es técnico especialista de laboratorio, ha participado de forma intensa para que nuestro grupo clínico de Alergia esté entre los 12 grupos clínicos nacionales, financiados por el Instituto de Salud Carlos III, durante 12 años hemos obtenido financiación pública para todos nuestros proyectos, anteriormente también los tuvimos gracias a la Fundación por la Investigación de CLM, el Fiscam, que nos financió durante otros 12 años. Pasé de ser becario financiado a estar financiado en mis proyectos y para ello hay que acreditar un nivel de trabajo.
Con la red de investigación, he aprendido que se necesitan grupos de investigación básicos y grupos clínicos, los grupos básicos de laboratorio dan explicación a lo que podemos hacer en clínica, la confluencia y coordinación de ambos es lo que permite una investigación de calidad. He disfrutado mucho haciéndolo, es como un hobby, el hospital siempre me ha apoyado y me he sentido muy reconocido por la sociedad española de alergia. A nivel científico, el trabajo del comité de aerobiología clínica durante 40 años, y todos estos trabajos permiten que conozcamos mejor cómo son las enfermedades alérgicas y, por consiguiente, adecuados tratamientos. Un hospital que investiga, cura mejor.