Bolaños de Calatrava ha vivido este sábado el día grande de sus fiestas con la Procesión de Alabardas, declarada de Interés Turístico Regional, en honor al patrón del municipio, el Santísimo Cristo de la Columna, como máximo exponente del esplendor con que se están viviendo unas jornadas festivas que aúnan tradición, colorido y devoción.
Cada 14 de septiembre el pueblo de Bolaños de Calatrava revive costumbres que forman parte de la singularidad que atesora gracias a la participación de su vecinos, quienes muestran con su presencia el sentimiento de pertenencia a un pueblo que honra a su patrón. A ello hay que sumar los atractivos lúdicos que comporta la celebración de la feria, con la realización de diversas actividades que invitan a la diversión. Un compendio de propuestas que proporcionan un clima social que disfrutan vecinos y visitantes. Este año, más si cabe, tal y como destaca el presidente de la Diputación de Ciudad Real y alcalde de Bolaños de Calatrava, Miguel Ángel Valverde Menchero, porque coincide que la fiesta local tiene lugar en fin de semana.
“Comenzamos el día grande de la festividad con una solemne misa de campaña al aire libre a las 11 de la mañana, seguida de la procesión del Cristo de la Columna. Este acto, acompañado por los hermanos de la Hermandad de Alabarderos, es uno de los más singulares de la celebración”, ha comentado Valverde, para señalar, a continuación, cómo los hermanos portan alabardas adornadas con aros de flores, cintas de colores y elementos religiosos.
En el recorrido del desfile procesional el paso de la imagen se acoge con las fachadas engalanadas. En esta ocasión en la carroza del patrón se podían ver ramos de albahaca “se logra un impresionante despliegue visual que refleja la devoción de los vecinos por su patrón”, ha explicado Valverde.
Una de las novedades más esperadas de este año es el baile que han ofrecido 80 parejas al patrón frente a su ermita, una tradición que corre a cargo del Grupo de Coros y Danzas Alabarderos, que este año ha contado con voluntarios que han aprendido a bailar para llegar a esa cifra récord de participantes.
Ya por la tarde tiene lugar la rifa de las ofrendas, otro momento especial de la jornada, en la que se subastan los productos con que ha sido obsequiado el Santísimo Cristo de la Columna por parte de los fieles. Este acto tiene un gran atractivo y en esta ocasión ha resultado muy concurrido. La rifa, según explica Valverde, ha evolucionado de ser una tradición de agradecimiento por las cosechas a convertirse en un evento social y cultural en el que participa todo el pueblo, incluidas las generaciones más jóvenes.
Las fiestas de Bolaños de Calatrava, que tienen sus raíces en el siglo XIX, nacieron como una hermandad de sangre que desfilaba durante la Semana Santa. Tras la prohibición de Carlos III de las hermandades de flagelación, se transformó en una hermandad de gloria, trasladando su festividad al 14 de septiembre, coincidiendo con la exaltación de la cruz. Así lo ha explicado Valverde, quien ha añadido que esta celebración también coincide con lo que antaño era la feria ganadera de la localidad, consolidándose como un evento que atrae a vecinos y visitantes de toda la comarca.
Además de la procesión y la rifa, las fiestas incluyen actividades culturales y de ocio, como el baile de las cañas, verbenas y conciertos que refuerzan unas fiestas, marcadas por la devoción al Santísimo Cristo de la Columna, que refuerzan la identidad de Bolaños de Calatrava.