PERSONAJES Y LUGARES: María Eladia Manuela Fernández-Espartero Blanco

Eladia Fernández-Espartero nació en Granátula de Calatrava el 18 de febrero de 1825.

Era hija de  Francisco Fernández-Espartero Álvarez de Toro y Columba Blanco, y era sobrina del  General Baldomero Espartero.

Heredó de su tío numerosos bienes y títulos nobiliarios, por los que se convirtió en una mujer referente de la nobleza nacional (Grande de España) de la segunda mitad del siglo XIX.

“Y de todo cuanto quedase de todos sus bienes, derechos y acciones que ahora tenga y puedan pertenecerle, instituye y nombra por su única y universal heredera en propiedad, a su querida Sobrina la Sra. Doña. Eladia Fernández Espartero y Blanco y si falleciere antes que el testador, a los hijos e hijas de la misma, por iguales partes, para que, en sus respectivos casos, los hayan libremente, gocen y dispongan de ellos, con la bendición de Dios y la suya.

Así, heredado de su tío Baldomero Espartero, se convirtió en II Duquesa de la Victoria, II Condesa de Luchana y II Vizcondesa de Banderas.

En las crónicas de la época se describía a Eladia Fernández-Espartero como “mujer de noble corazón”, siendo amiga personal de la Reina doña Victoria Eugenia de Battenberg.

Se casó en 1847 en Londres, con el político Cipriano Segundo Montesino Estrada, natural de Valencia de Alcántara (Cáceres), que además fue un notable ingeniero, miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Además llegó a ser vicepresidente del Senado. De este matrimonio nacerían cinco hijos: Teresa; Virginia, José Emilio de Santos; Amalia, Pablo y Luis. Estos hijos y sus herederos alteraron su primer apellido para pasar a denominarse, en recuerdo del General, Montesino-Espartero.

Doña Eladia destacó por su abnegación, altruismos y dedicación para con los heridos de las tropas españolas que participaron en la Guerra de África.

Doña Eladia falleció en Madrid el 15 de octubre de 1893, a los 68 años de edad.

El 29 de noviembre de 1925 era inaugurado por las reinas Doña Victoria Eugenia y Doña María Cristina y con asistencia de la Infanta Isabel y de numerosas personalidades, el monumento dedicado a la Duquesa de la Victoria ante la fachada del madrileño Hospital de San José y Santa Adela de la Cruz Roja Española (avenida de la Reina Victoria, número  24). Se trata de un pequeño conjunto escultórico (300 x 240 x 90 cm.) que estuvo adosado al edificio hasta que, en 1984, fue restaurado y adelantado levemente respecto de la fachada para que destacase un tanto esta no muy afortunada intervención del escultor asturiano Julio González Pola.

Sobre un zócalo de caliza flanqueado por adornos en forma de volutas o roleos, puede leerse, en la cara anterior, la dedicatoria:

“A LA DUQUESA DE LA VICTORIA

INSIGNE BIENHECHORA DE LOS SOLDADOS HERIDOS

Y ENFERMOS POR LA CAMPAÑA DE MARRUECOS

LA NACION AGRADECIDA”.