El Centro Cultural La Confianza de Valdepeñas acoge hasta el próximo 12 de enero la exposición ‘La memoria del vino’, patrocinada por la concejalía de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de la localidad. Una muestra que reúne fotografías y diferentes objetos sobre la cultura material del vino en Valdepeñas realizada por el periodista José Luis Martínez, que ha sido inaugurada coincidiendo con la presentación de su libro ‘Los vinos de Valdepeñas a través de sus bodegas’, de Ediciones Almud.
El alcalde, Jesús Martín, ha sido el encargado de inaugurar esta muestra que pone en valor el pasado histórico de la Ciudad del Vino, que marcó una época. “Uno tiene que situarse en la realidad de los momentos para entender el presente”, ha manifestado el regidor municipal, apuntando que “posiblemente cuando teníamos una identidad de 400 bodegas, de más de 60.000 hectáreas de viñedo de la DO, de cuando toda la ciudad olía a mosto en vendimia puede traernos un recuerdo de esa ensoñación imaginando que algo hemos hecho mal porque en el camino hemos perdido cosas y creo que no es así”. En este sentido afirmaba que “esta es una ciudad camaleónica, que ha sabido adaptarse a los presentes que en cada momento se referenciaba y, sin lugar a dudas, hoy podemos presumir de ser una gran ciudad, con una gran historia que no la imaginamos desde la imaginación sino desde los hechos históricos”.
A este respecto José Luis Martínez destaca como “tuvimos sucursales de las entidades bancarias cuando otras ciudades no la tenían, teníamos moneda propia, banca local propia y bodegas impresionantes, así que yo me imagino San Marcos en 1790 con la posada de Los Galán, los descendientes de La Galana, con la parada de Postas, la bodega del Marqués de Santa Cruz, el Camino Real… Un motón de pasajes que al final es la historia”.
Una historia que se refleja en esta exposición, cuyo comisario es Francisco José Cerceda, y en el libro ‘Los vinos de Valdepeñas a través de sus bodegas’, donde Martínez ha buceado, en las 736 páginas del tomo, en las profundidades de la historia vitivinícola de Valdepeñas, una de las más reconocidas de forma espontánea en nuestro país, dado que recoge una tradición que podría remontarse al mundo íbero.
La apertura del Camino Real, hacia 1761, que unía Valdepeñas con Madrid, y del Paso de Despeñaperros, hacia Andalucía y el poblamiento de esa zona ayudaron a consolidar el mercado histórico de Valdepeñas, que se vería beneficiado, un siglo más tarde, de la apertura del denominado “Tren del Vino”, que, desde 1861, partía diariamente hacia Madrid con 25 vagones con tableros móviles repletos de pellejos de buen morapio valdepeñero.
El libro, cuyo prólogo escribe el poeta Joaquín Brotóns, realiza la semblanza de más de un centenar de bodegas históricas, de entre las que destacan , entre otras muchas, Ramón Caravantes (1850), Avansays (1861), Vicente Cornejo y Cía (1868), Bodegas Mompó (1870) -que daría paso a Bodegas Bilbaínas-, Tarancón (1870), Ruiz de León (1875) o Miguel Caravantes (1875), aunque por encima de ellos destacó Luis Palacios, que con su “bodega monstruo” de seis filas de tinajas fue la firma más importante del último tercio del siglo XIX y del primer tercio del XX, abriendo incluso mercado a Rusia. Tarancón y Ruiz de León también comercializaron sus vinos en diferentes países latinoamericanos, teniendo incluso éste último una delegación estable en Filipinas.