Este 1 de octubre celebramos el Día internacional del Mayor que fue proclamado por Naciones Unidas, con la intención de dar a nuestros mayores la importancia y el reconocimiento que merecen, pero también, con el objetivo de concienciar sobre las oportunidades y beneficios que tiene incluirlos en nuestra sociedad.
En las últimas décadas, la esperanza de vida ha aumentado tanto en España como en todo el conjunto de países de la Unión Europea. Se estima que en 2050 la población mayor de 65 años llegará a los 129,8 millones en la UE
Es decir, el número de personas con una edad entre 75 y 84 años crecerá un 56,1%, mientas que el número de personas menores de 55 disminuirá un 13,5%.
Esto significa que la población de más edad tendrá un peso aún más importante que el que ya tiene. Y en estos momentos en los que hablamos de reto demográfico, no podemos dejar a nuestros mayores atrás.
En primer lugar, debemos acabar con la idea equivocada de que los mayores son un gasto o un coste para nuestra sociedad. Concepto que aun perdura en gran parte de la sociedad. Pues como he dicho en reiteradas ocasiones, no debemos confundir la vejez con enfermedad.
Estamos hablando de una etapa más de nuestra vida que debemos asumir con naturalidad y que debe contemplarse como el derecho a decidir sobre aspectos que durante el resto de nuestras etapas vitales hemos construido, y que no nos pueden negar porque nuestro DNI indique que hemos traspasado una edad, como si hubiésemos excedido una fecha de caducidad.
La generación mayor, mi generación, está lista y dispuesta a seguir participando en la vida social económica y política. Queremos aportar soluciones efectivas a los desafíos y oportunidades que enfrentamos.
Sin embargo, vivimos en un mundo donde la discriminación por edad, junto con la de género, es la forma de discriminación más frecuente, según indican los datos del Eurobarómetro sobre discriminación.
Todavía estamos a tiempo de mejorar la situación de las personas de edad y crear unas mejores perspectivas de futuro para que puedan envejecer en las mejores condiciones. Algo que debemos reclamar los mayores de hoy, pero también los del mañana.
Es necesario acabar con el edadismo o discriminación por edad a nivel social, económico y también laboral. Pues un 30% de mayores de 45 años denuncia haber sufrido discriminación por edad en el ámbito laboral.
Y para conseguirlo, deben promoverse medidas que eliminen los estigmas por edad y promover el diálogo intergeneracional entre los profesionales para que las empresas y toda la sociedad en general pueda aprovechar el talento de las personas de edad y el traspaso de conocimientos entre generaciones.
Así mismo, debemos prestar especial atención a la soledad no deseada que afecta a gran parte de nuestros mayores especialmente al sexo femenino: 1 de cada 3 españoles que vive solo es una mujer de 65 años o más.
Me gustaría finalizar con este mensaje: los mayores no somos vulnerables, somos mujeres y hombres mayores que tenemos una edad.
Posiblemente empecemos a ser vulnerables cuando tengamos algún tipo de dependencia.
¡Feliz día del Mayor!