Era desconocido en España, hoy en día sigue en aumento, avances y nuevos retos.
En plena época de recolección del pistacho, podemos decir que se ha disparado su cultivo en España, y especialmente en nuestra región, siendo líder en plantación y en producción.
Gran crecimiento y expansión, nos hemos convertido en una referencia, que dentro de poco tiempo dará mucho de qué hablar. Castilla-La Mancha tendrá el pistacho por bandera en muchos países, siendo referente mundial.
Esta fiebre por el pistacho ha cambiado totalmente la agricultura en España, rompiendo barreras, aportando soluciones muy productivas a las tierras de secano, en las que antiguamente nos encontrábamos cereal.
Las altas expectativas puestas en este cultivo son correspondidas con el aumento de rendimiento económico de los agricultores. Pero estas inversiones guardan una comparativa con los planes de pensiones, por su entrada en producción tan tardía entre 5 y 8 años.
Pasarán los años y nos seguiremos haciendo la misma pregunta. ¿Seguirá estando de moda el pistacho? La respuesta es que sí, rotundamente.
Por su gran potencial, tanto para adaptarse a las condiciones climáticas del futuro, como la sequía, por las grandes posibilidades de transformación del fruto y por su uso gastronómico.
La calidad del fruto español, sus cualidades organolépticas y nuestras características agro-climáticas. A lo que hay que sumarle el alto precio que reciben los agricultores y agricultoras, que se sigue consolidando a pesar del aumento de las producciones año tras año. Las cifras hablan por sí solas.
Otro aspecto importante a destacar es el notable aumento de las plantas de procesado, la gran demanda y poca oferta del producto obliga a procesar estas grandes cantidades. De aquí nacen muchas posibilidades con la transformación del producto en la industria alimentaria.
En el mundo pistachero queda mucho camino por recorrer. Crema de pistacho, licor de pistacho, leche de pistacho, aceite de pistacho y mucho más. Un mundo lleno de grandes oportunidades, pudiendo llegar a ser productos gourmet.
Además de los grandes beneficios para nuestra salud, garantizan un futuro muy prometedor.
Lo que está muy claro y es indiscutible es que ha venido para quedarse, pudiendo ser clave en nuestra economía.