Las dudas en el campo siguen muy presentes.
¿Vamos por el buen camino? Nos hacemos esta pregunta antes de declarar la PAC.
Desde el primer momento, su puesta en marcha ha supuesto un gran lío. Nuevas normas, que serán imposibles de cumplir, acompañadas de las sanciones correspondientes.
Afloran los miedos latentes por parte del gobierno, lo que conlleva sacar nuevas medidas, flexibles y cercanas a la realidad que nos rodea. Dos reales decretos, aprobados el pasado martes, que se suman a la PAC, para corregirla.
Este año no se aplicarán penalizaciones y en el año 2024 se reducirán a la mitad.
Si se detectase algún incumplimiento de las obligaciones y requisitos que tienen que cumplir los agricultores y ganaderos para recibir la subvención, quedarán exentos de cualquier castigo.
Si un agricultor o ganadero va a solicitar un eco-régimen cualquiera y no cumple las normas en el año 2023, no será sancionado. Lo mismo, que si es objeto de un control por monitorización en las superficies que se han declarado. Esta misma ayuda estará exenta de tributación en el IRPF durante los 5 años que declare la PAC.
Las cuarentenas por la viruela ovina han supuesto grandes pérdidas para explotaciones, afectadas y no afectadas
En cuanto a las ganaderías, dentro de la problemática actual que vienen sufriendo con la viruela ovina, las cuarentenas impuestas tras los últimos focos detectados, han supuesto grandes pérdidas para las explotaciones, afectadas y no afectadas. Las primeras por los daños que ha causado la enfermedad, y las no afectadas, por la difícil gestión de las cuarentenas.
A pesar de las continuas crisis que vienen sufriendo, los ganaderos han tenido que continuar su actividad, viendo cómo se cierran algunas explotaciones, la resistencia se acentúa en modo “tirar para adelante con lo que venga”. La difícil gestión de las cuarentenas ha podido causar daños mayores.
Será fundamental que la administración siga ajustando medidas económicas a sus necesidades, y a las consecuencias que podrían tener en los productos obtenidos a la hora de comprarlos en el mercado como el queso manchego o el cordero, cuyo precio podría estar por las nubes.
Otra realidad es la repercusión de las nuevas tecnologías, y el cuaderno de campo digital, cuyo concepto cuesta implantarlo en las explotaciones. Parece evidente que la digitalización del campo no tiene marcha atrás, ya que es, ni más ni menos que por ley, una necesidad.
La PAC 2023-2027 se vendió como una PAC más simple, pero siendo razonables, con lo que hemos visto y escuchado hasta el momento, es más exigente y más tecnológica.