Como cada uno de mayo, día del trabajo, ponemos el foco en una de las actividades a la que la mayoría de las personas dedicamos un número importante de horas cada día, y de la que muchos podemos decir que representa nuestra forma de estar en el mundo. El trabajo quizá no define qué somos, pero sí qué hacemos en este mundo. Así, los que trabajamos en el tercer sector vemos este día como el momento en el que poner sobre la mesa todo lo que aportamos a la sociedad y lo que es más importante: lo que podemos aportar en el futuro.
El tercer sector, que la ley define como “organizaciones de carácter privado, surgidas de la iniciativa ciudadana o social, bajo diferentes modalidades, que responden a criterios de solidaridad y de participación social, con fines de interés general y ausencia de ánimo de lucro”, tiene mucho que aportar al mundo del trabajo. En Castilla-La Mancha hay más de 13.000 personas empleadas en entidades del tercer sector, pero lo que es más importante, en el ámbito laborar el sector podría crear más actividad. Mucha más.
Radiografía de un sector en crecimiento
Desde la Plataforma del Tercer Sector, entidad nacional a la que pertenece la Mesa del Tercer Sector de Castilla-La Mancha, se daba a conocer hace algo más de un mes el informe “Calidad en el Empleo en el Tercer Sector, un panorama integral”. Un estudio del Observatorio del Empleo del Tercer Sector que especifica que este nicho de empleo tiene algunos indicadores laborales interesantes que no replica los vicios e ineficiencias del mercado laboral general. Por ejemplo, la tasa de empleabilidad femenina es mayor, el índice de satisfacción está por encima de la media, de hecho, 6 de cada 10 trabajadores asegura contar con soporte y la colaboración de su superior directo.
Pero la realidad es tozuda y a veces incómoda. En este caso la evidencia pone sobre el tablero la compleja situación que a veces viven los trabajadores del tercer sector por la falta de financiación y estabilidad económica de las entidades para las que trabajan. Es por ello que, en numerosas ocasiones, los proyectos que desempeñan estas entidades mantienen su continuidad, e incluso crecen, gracias al compromiso del personal. Motivo por el que se hace muy importante reconocer el trabajo de quienes día tras día con su labor mantienen activo un sector fundamental para miles de personas vulnerables en la región. Empleados que en ocasiones desempeñan su actividad condicionando su futuro debido, una vez más, a la inestabilidad económica que dificulta la configuración de una carrera profesional dentro del tercer sector de acción social.
Por ello, y mirando esta región, con una dispersión geográfica grande, con unos esfuerzos importantes por luchar contra la despoblación y una realidad rural donde algunos pequeños pueblos tienen en su residencia de mayores el más evidente pilar de la sociedad del bienestar. El empleo en el tercer sector puede ser además una solución para mantener la actividad, generar empleo, y como consecuencia, insuflar un cambio transformador para un futuro mejor que no sólo permita vivir bien en los pueblos sino legar un modo vida a nuestras generaciones futuras. Pero una vez más, es una decisión que escapa al tercer sector, aunque tengamos las herramientas y el modelo, la práctica y la experiencia, es necesario contar con el compromiso sin titubeos de la Administración.
La Mesa del Tercer Sector de Castilla-La Mancha está compuesta por siete entidades: la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE); el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI-CLM); la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-CLM); la Cruz Roja, la Plataforma de Organizaciones de la Infancia CLM; la coordinadora de ONGD CLM y la Asociación de Castilla -La Mancha de residencias y servicios de atención a los mayores (ACESCAM).