El Centro Cultural Antiguo Casino acogió el miércoles el pregón taurino organizado por el Ateneo Taurino Manchego de Ciudad Real, a manos de Críspulo Coronel Zapata, historiador taurino. Un acto al que ha asistido el acalde de la ciudad, Francisco Cañizares, la concejal de Festejos, Fátima de la Flor y, una representación del Gobierno regional, algunos miembros de la Corporación Municipal y el presidente del Ateneo Taurino de Ciudad Real, Antonio Espadas. El evento ha estado presentado por Álvaro Ramos, pregonero en otros años, pintor y aficionado taurino y, que ha contado con numeroso público y otras personalidades del tejido cultural, político, económico y social de la ciudad.
Por su parte, el presidente del Ateneo Taurino de Ciudad Real señalaba la importancia de “aun no teniendo feria taurina, no queremos perder la actividad taurina en la ciudad, y que lleve a que la gente se desconecte”. Y añadía, “el año que viene podremos disfrutar de una plaza a la altura de la ciudad y de su afición y, recuperaremos nuestras tertulias taurinas”.
En la presentación del pregonero, Álvaro Ramos, ha incidido en la afición de Críspulo y, en todos los recuerdos de iniciación con los trastos, en capeas, para posteriormente, terminar en un ejemplo de aficionado. Ramos remarcaba de la “importancia vital en la plaza de toros de Almagro”, como asesor de la presidencia, y por ejercer de enlace entre la empresa Matilla y el ayuntamiento de Almagro, “los carteles de feria más rematados de la provincia”. Críspulo, “es una institución, es una verdadera enciclopedia, un estudioso del tema, pero con el añadido de tener alma de torero”.
En el comienzo del pregón, Coronel ha dedicado unas palabras “a la gente que nos ha abandonado en los últimos años, en especial, durante la pandemia pasada”. Para a continuación, señalar “su pregón sería sobrio, clásico, fiel a su concepto, me ceñiré a los cánones del toreo clásico”. Y de ahí en adelante comenzar a enarbolar recuerdos y vivencias de sus inicios en torno a los toros. En sus inicios, haciendo hincapié en la figura de Andrés Prados, por cuanto vivió con él de esta afición.
Escenificando el rumbo de la tauromaquia desde los años 60, hizo parada en la figura de José Ruiz ‘Calatraveño’, su aparición en el mundo de los toros supuso para Ciudad Real y provincia un antes y después, “un fenómeno de echar a comer a parte”. Ciudad Real no tenía un torero de alternativa desde Leandro Sánchez ‘Cacheta’, hasta la llegada de ‘Calatraveño’.
“Tan sólo Paco Alcalde estuvo durante unos años a su altura, pero el impacto de José Ruiz ‘Calatraveño’ en la provincia es innegable” añade.
En su discurso, ha habido cabida para recuerdos y anécdotas. En torno a la figura de Calatraveño, estando, tentando en la finca de Juan Vidal, nos comentó, “allá por el año 68, Don Diodoro Canorea le pagó por actuar 250.000 pesetas una tarde, lo que equivalía a cuatro años de un sueldo de un maestro de escuela. Canorea, le pagó un talón con 150.000 pesetas y el resto en metálico, y Calatraveño, le pidió que el talón lo convirtiera en billetes para que su madre viese eso. Finalmente le llevó el dinero y se lo entregó a su madre en un mandil de cocina”.
Hasta encontrar a su torero de culto, José María Manzanares, allá por el año 1974, que le hizo alejarse del mundo taurino de la capital. Hace unas cuantas temporadas y gracias al Ateneo Taurino Manchego, “he vuelto al redil”.
En el cierre del pregón, ha deseado que para el próximo año podamos disfrutar de la apertura de la Plaza de toros de Ciudad Real mediante algún festejo. En Ciudad Real, “hemos pasado de celebrar de media 10 festejos en un año, a no celebrar ninguno. Antes se daban en el Domingo de Resurrección, Corpus, San Pedro y San Pablo, Beneficencia, tres o cuatro en Ferias, y alguna novillada en septiembre”.
El acto se ha cerrado con la entrega de unos presentes al pregonero, al Pandorgo y Dulcincea 2023 y, al presentador del acto.