El epidemiólogo ciudadrealeño Juan Castell Monsalve pone los puntos sobre las íes en las actuaciones que se deben llevar a cabo a estas alturas de la pandemia por COVID-19. En primer lugar, aclara a Ayer&hoy News que la recuperación de la normalidad en nuestra sociedad se ha debido, única y exclusivamente, a la vacuna y a la masiva cobertura poblacional en España. Vacunas, por otra parte, que poseen una protección del 85-90% ante un cuadro grave de coronavirus y muerte, pero no protegen ante un cuadro leve o una posible infección, “la vacuna ha hecho que vivamos con normalidad”, ha recalcado Castell.
En su opinión, se deben seguir vigilando las cepas que circulan, si aparece una nueva que reduzca la inmunidad de las vacunas actuales, los cuadros graves de coronavirus… “hay que afinar el sistema de vigilancia epidemiológico”, resume Castell. Para el epidemiólogo, lo importante ahora es que los responsables europeos de la vigilancia de esta pandemia estén muy atentos a la aparición de cualquier nueva cepa, si empiezan a crecer de forma preocupante los casos graves de Covid y si es necesario poner una nueva dosis de refuerzo a toda la población o a colectivos de riesgo, algo que, a juicio de Castell, “de momento nada parece indicarlo”.
“La vacuna antiCovid es lo único que ha hecho que vivamos con normalidad”
Con este argumento, Castell subraya la inviabilidad de seguir indefinidamente con la misma política de evitar a los contagiados, “es imposible no contagiarse, el coronavirus sigue aquí y no tenemos ninguna medida para eliminar el virus, ni vacunas que impidan la infección o alcanzar una cobertura mundial suficiente; tenemos las vacunas de ARN mensajero que funcionan bien, con las que se puede pasar la infección de forma leve, ello ha hecho que vivamos con normalidad y lo defiendo ante quien sea”.
Por último, ve inútiles los esfuerzos de realizar test y ponerse las mascarillas, epidemiológicamente hablando, “no obstante, que cada uno haga lo que le haga sentir más seguro”. En este sentido, ve ridículo el hecho de que una persona acuda a un partido de fútbol con miles de personas y posteriormente, para ver a un familiar mayor, se haga un test.