El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado, este lunes, que “ya ha pasado el plazo de un año que dice la ley que es necesario para contar con una nueva regulación en la explotación del Tajo-Segura”, por lo que “ya es norma” en concordancia con “las resoluciones de los tribunales, tanto del Supremo como de la Unión Europea”. Por ello, ha señalado que “el diálogo no puede servir para retrasar un compromiso legal que es rectificar, cuanto antes, las reglas de explotación del Trasvase”.
Así lo ha puesto de relieve en el acto de colocación de la primera piedra de las obras del nuevo Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) ‘San Blas’ de Manzanares, una infraestructura que sustituirá al actual, en la que cursan sus estudios casi un millar de alumnos y alumnas y donde ha mostrado su “orgullo” por “la gente que, a lo mejor no ha tenido en su juventud la posibilidad de estudiar” y que “ahora se están planteando recuperar el tiempo perdido”.
En este marco, ha insistido en que el Plan Hidrológico del Tajo fue aprobado “como consecuencia de un diálogo social en el que todos hemos opinado” y ha remarcado que “la ley obliga a modificar las reglas de explotación, a fijar un caudal mínimo y a establecer un código de entendimiento en lo que queremos pensar sea la solidaridad”, ha apostillado. Ante esta situación, ha concluido que “la ley tiene que valer para la amnistía, para los independentistas y tiene que valer para el Trasvase”.
“Hay que ser coherentes y hay que ser serios”, ha proseguido, porque “se dicen tonterías, como que el Tajo tendría que desembocar en el Mediterráneo”, ha lamentado García-Page, quien además se ha preguntado “por qué, en el Levante español, si se trata de recibir agua quieren toda, venga de donde venga, y se la quiten a quien se la quiten” y, por el contrario, “si se trata de darla, entienden que darla solo es, si es desalada en una desaladora del Estado y solo para beber, nunca para regar”. “Es una oportunidad y una fortuna tener agua del mar para poder utilizarla, y nosotros lo estaríamos haciendo”, ha añadido.
El Tajo es víctima de “un delito ambiental”
En este marco, el jefe del Ejecutivo autonómico ha denunciado que “el Tajo sea el único río de Europa que no tiene caudal mínimo ecológico” algo que “no solo es una anomalía, sino que es un delito ambiental”. Paralelamente, ha lamentado que “solo se habla del pacto del agua en España cuando se trata de quitárselo a Castilla-La Mancha” sin incluir “ni el Duero ni el Ebro ni ningún otro río”.
“La solidaridad no se puede quedar en los mítines ni en los eslóganes” y “nosotros somos la única región que lleva dando agua, sin protesta ninguna, para beber, desde hace mucho tiempo”. En concreto, ha precisado que las derivaciones hacia el Levante suman ya el equivalente a “14.000 ‘Santiagos Bernabéus’ en agua para beber”, un volumen hídrico con el que “no tendría problema ni Barcelona ni Cataluña para beber, durante muchos años”, por lo que ha aclarado que “a estas alturas, si se trata de agua para regar, nosotros también tenemos necesidades”.
Por una solución “realista” a la gestión del campo español
En materia medioambiental, Emiliano García-Page se ha referido a la problemática que afecta estas últimas semanas al campo y sobre la que Castilla-La Mancha cuenta con “una estrategia que, si sale adelante coaligando todas las opciones de las distintas comunidades autónomas”, derivará en una “mejora de la gestión del campo español y, por tanto, europeo”.
“Una cosa es movilizarse y otra conseguir; y para conseguir hay que planteares metas realistas”, ha ahondado, por lo que ha defendido que “hay que intentar conducir toda la energía movilizadora hacia objetivos posibilistas”, con “con encaje legal” y alejado de “cualquier tipo de fanatismo”, ha planteado en las horas previas a la reunión de trabajo programada en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
“Hay que producir cambios y no podemos estar de brazos cruzados ante las exigencias ambientales, pero los agricultores y ganaderos no son los enemigos”, ha sostenido. En todo caso, ha continuado, son “víctimas, quizá, de un cambio necesario que nos obliga a toda la sociedad a cambiar nuestros hábitos en el día a día”.
Todo ello, acompañado por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor; y por el alcalde manzanareño, Julián Nieva, y en una jornada que el jefe del Ejecutivo autonómico ha comenzado en la capital ciudadrealeña colocando otra primera piedra, la que oficializa el comienzo de la construcción de una conexión peatonal y ciclista que unirá Ciudad Real con la localidad de Miguelturra y que ha considerado un proyecto “enormemente positivo”, también por su simbología para “unir”, algo que es “mejor que levantar muros”.