Dio exactamente igual el tiempo desapacible, el frío, la amenaza constante de lluvia… Nada detiene al carnaval de La Solana. Y menos cuando llegan las murgas, ese icono carnavalero que emerge cada vez con más fuerza. No cabía un alfiler en la carpa para ver los dos concursos del día, el matinal de niños y el vespertino de mayores. Hubo 14 murgas en total, repartidas a partes iguales entre un certamen y otro. Todas solaneras, por cierto. Esta vez, Los Fritangas recuperaron el trono de hace dos años y se proclamaron ganadores tras una de las votaciones más apretadas de los últimos tiempos. Valga como dato que tan solo 11 puntos separaron al primero del cuarto clasificado.
Si la expectación había sido grande por la mañana, se redobló por la tarde. Poco después de las cinco, irrumpió la primera murga en el escenario, de acuerdo con el sorteo previo. Nadie se movió de una carpa empaquetada y todo el mundo jaleó de principio a fin las atinadas coplillas. El despliegue de ingenio en las letras fue impresionante, con incisivas alusiones a la política local, regional y nacional, también a la vida social y recordatorios de momentos clave del año. Cómo no, salió a relucir el título “El pueblo más bonito de Castilla-La Mancha”, las polémicas del Legado Bustillo o los éxitos deportivos de Paula Sevilla y Hermi Parra, entre otros muchos de índole doméstico.
Pero todas las murgas coincidieron en acordarse de la trágica DANA. Proliferaron las banderas de Valencia, muchas con crespones negros en señal de duelo, incluso la murga ganadora, Los Fritangas lució brazaletes con la enseña cuatribarrada. Sin duda, guiños de notable empatía que engrandece aún más a las murgas, donde la ironía, la crítica y el humor se mezclan con esos gestos de cariño ante la desgracia. Más allá de las letras, las murgas se afanaron en presentar buenas coreografías, un cuidado vestuario y una dicción decente para que el público sin las coplillas impresas delante pudiera entenderlas. Y no es fácil teniendo en cuenta el jaleo que se genera en entornos y momentos así.
Es una frase hecha, pero a la hora del veredicto el jurado no lo tuvo sencillo. Los Fritangas se alzaron con el codiciado título gracias a su parodia titulada Pa suerte, la mía, un homenaje al San Patricio irlandés. Obtuvo 206 puntos. Segunda quedó Los D’Farra y su Aladín y el genio de la lámpara, otro dechado de buen hacer en escena con 203 puntos, a solo tres de los ganadores. La tercera posición fue para Los Macarras, ganadores hace dos años y que llevaban un montaje titulado Escuchamos, pero no juzgamos, que alcanzaron 198 puntos. El cuarto puesto fue para Los Futuros Camareros, otro clásico de las murgas que también gustaron mucho con Los peruanos del Machu Pichu. Alcanzaron 195 puntos. Quinta quedó la única murga formada en exclusiva por mujeres, Ni muchas ni pocas, con su murga Esto sí que es un gallinero. Obtuvieron 194 puntos. Un pelín más lejos quedó la sexta y séptima murga. Por un lado, No estés triste logró 179 puntos con Vamos criticando, mientras que No trasnoches cerró la clasificación con Las chicas del Spam y 171 puntos.